Constelaciones

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Se había decidido que, la tripulación se encontraba agotada, había realizado varios viajes apremiantes en una sola mañana y ahora, sus cuerpos demandaban descanso, así que bajo órdenes del Rey, el curso a tomar ahora era en dirección a la Isla de Creta pues, el viaje a Roma era bastante más largo aún, el barco Real regresó a las costas de Grecia dejando sólo al navío del Capitán

-Lamento realmente haberlos agotado a tal punto- ofreció sus disculpas Donghae frente a toda la tripulación, pero los hombres le sonrieron restándole importancia

-Tu madre estará encantada de recibirlos en casa- exclamó Junjin, refiriéndose a su majestad y al peli naranja

Hyukjae asintió pero lamió sus labios en clara desconfianza –¿está seguro?, detestaría incomodar, comprendo que mi llegada sería de improvisto y...

El capitán sonrió y negó con la cabeza varias veces – mi mujer estará encantada, le ha tomado mucho afecto y usted no será molestia alguna –aseguró y dio la media vuelta para comenzar a gritar órdenes de navegación

Unas horas más tarde, finalmente se encontraban tan cerca de la Isla que era posible verla en la lejanía, perdida entre los colores azules del mar y los naranjas en el cielo

A pesar de que ambos se encontraban en la misma embarcación, las palabras tardaban en salir y no igualaban la fluidez que alguna vez compartieron, el ambiente no era molesto ni incómodo, era simplemente que, ninguno tenía plena consciencia sobre cómo dirigirse al contrario, muchas veces Hyukjae había abierto la boca para mencionar algo, lo que fuere que le viniese a la mente, pero simplemente terminaba por cerrarla y mascullar para sí

Por su parte, Donghae había estado danzando por la cubierta, bajando a la bodega junto con Océano sólo para volver a subir y repetir el proceso, aunque, evitaba todo lo posible entrar al camarote, sólo lo hacía cuando necesitaba algo que estuviese ahí, no quería verse en la posición de encontrarse a solas con el mayor, su cabeza aún no paraba de evocar las palabras dichas por el Doctor, iba a convertirse en Padre, y no sólo él, Hyukjae también, la idea le espantaba, puesto que no sabía qué reacción obtendría al decir la verdad, pero esperaba, realmente esperaba, que todo saliese bien aunque, eso no cubría el hecho de que él no fuera un noble, ese pensamiento lo atemorizaba

Caminó a cubierta y se acercó al frente, admirando su pequeña Isla desde lejos, amaba tanto su hogar, cerró los ojos y respiro hondo el aire marino >Dioses del Olimpo, os ruego que iluminen mi camino está noche y el de mi hijo por la eternidad< pidió en su pensamiento y escuchó cómo levantaban las velas para perder potencia y velocidad al llegar a puerto

~

Océano trotó contento una vez el barco se detuvo, salió corriendo y brincó a tierra sólo para dar relinchos y juguetear con sus pezuñas en la húmeda arena, detrás de él salieron los pescadores, dando chiflidos y riendo, caminando hacia sus casas o en dirección a sus esposas que les esperaban dichosas a la orilla

-Tal vez debería volverme un hombre de mar, parece más divertido- se quejó el peli rojo caminando a la par de Donghae y el capitán, los tres saliendo del barco y dando suspiros relajados

El mayor de los tres se carcajeó en voz alta y, con una palmada amistosa en la espalda del Rey, los condujo hasta la humilde casa alzada en madera

Mientras caminaban por la arena el peli rojo miraba con suma atención todo, sentía hambre por aprender más acerca de cómo había sido la vida de su Gema mucho antes de conocerse, la casa parecía pequeña pero acogedora, en cambio, el palacio era un lugar enorme pero seco, sin embargo, aquello había cambiado cuando Donghae cruzó la puerta de su Templo, él había llevado aquél toque de familiaridad que tanto le agradaba, gracias a él, había establecido una verdadera relación con los trabajadores en su palacio, incluso podría jurar que, se había convertido no solo en un mejor Rey, si no, en un mejor hombre

Mi esclavo, Mi perdición [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora