Capítulo 7.- Bad to the bone.

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On the day I was born /The nurses all gathered 'round /And they gazed in wide wonder /At the joy they had found /The head nurse spoke up /Said "leave this one alone" /She could tell right away /'That I was bad to the bone [...]
-ZZ top.

Al día siguiente Ana se acercó a mí tan animada como siempre. Como ya se había ganado mi apreció esa vez la recibí con una sonrisa, sonrisa que enseguida devolvió.

— ¿Hoy ira a mí casa verdad Viki? — Me dijo entusiasmada.

— No es necesario que me pagues por conseguirte una cita con Aarón. Te marginaran por completo si te ven con una marimacho como yo. — Dije. Y aunque estaba bromeando, real mente lo creía. En ese entonces la gente que poseía una orientación sexual distinta aún no eran "bien vistas"

— No me importa, ya te dije que tengo una prima lesbiana que quiero presentarte, es muy hermosa y buena onda.

— Esta bien, entonces no me queda de otra más que ir. — Suspire fingiendo fastidio.

— Bien, eres la mejor. Ya le avisé a Misra y dijo que estaría en mi casa a las dos, nosotras llegaremos como a las 2:30 si nos apuramos. — Termino de hablar y se dirigió a su asiento, pues el viejito ya había entrado en el aula.

Al termino de las clases Ana se dirigió a mí dando pequeños brinquitos ¿Qué esa niña no se cansaba de parecer una retrasada? Le sonreí un poco incomoda y la detuve poniendo mis manos en sus hombros.

— ¿Lista? Misra ya debe de estar allá. — Me sonrió. — Te gustará de veras.

— Pues que esperamos.

Tomamos el bus correspondiente, en todo el camino Ana estuvo hablándome de su prima. Me dijo que era mayor que nosotras por dos años, en ese momento pensé "Será la misma situación que con Aarón tú" pero no lo dije. No tardamos mucho en bajar del bus, el cual nos dejó cerca de un tianguis, pude cuchar la cumbia proveniente del puesto de CD's pirata que estaba cerca de ahí, no pude evitar moverme un poco a causa del ritmo. Ana comenzó a reír.

— Definitivamente te llevaras bien con Misra. — Me dijo enjugándose las lágrimas de los ojos, había reído mucho.

Caminamos unas cuantas cuadras hasta perder de vista aquel curioso mercadito ambulante.

— Mi casa está doblando esta esquina. — Me dijo Ana señalando dicha esquina. A lo que solamente asentí.

De repente Ana se detuvo en frente de una pequeña casa color naranja con un zaguán color blanco, afuera de dicha casa había una capilla con una virgen muy hermosa, note que mi amiga se persignaba al ver dicha figura.

— Aquí es — Dijo. — Debe de ser muy diferente a donde ti vives ¿Verdad?

— No tanto.

— Bueno, es que mi familia no tiene tanto dinero como los estudiantes de las escuelas a las que he ido, en esa escuela estoy con beca y como soy hija única casi no hay problemas.

— Genial, me gustaría ser hijo único. — Le dije.

— ¿Estás loca? ¿Que sería del mundo sin Aarón?

— Sería un lugar mejor. — Mire hacia el cielo. Ella me golpeo en el brazo y comenzó a reír.

Entramos en la casa, un perrito peludito y blanco nos recibió alegremente. Y como amaba a los perros me agache para poder abrazarlo y besarlo, fue amor a primera vista.

— ¿Te gustan los perros? — Escuche decir a una voz de repente. Alcé la mirada para conocer a la dueña de dicha voz, encontrándome con una chica delgada, de ojos verdes, nariz afilada y cabello corto.

Víctor contra Victoria. |La historia de un tránsgenero|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora