No recuerdo haber sentido dolor, no sentía nada en comparación con lo que había sentido. No tenia siquiera las fuerzas para abrir un ojo, pese a que oía como Shawn me llamaba. ¿Ya había acabado?¿Estaba muerta? ¿Mi vida se había acabado y no me había percatado de ello?
Sentí dolor de nuevo en el abdomen, supe que definitivamente no estaba muerta, o mi idea del cielo era diferente a la real.
El dolor estaba a punto de ser insoportable.
- No...no- era como una suplica, una voz en mi mente- Se que eres fuerte.- ¿Estoy muerta o no? ¡Demonios!
Moví la mano, no sabia que tenia algo apretándomela fuertemente ya que sentí un poco de alivio en ella y todo el cuerpo.
Parpadee, aunque me dolían hasta las pestañas. Lo primero que vi fue la luz que me cegaba y luego su rostro, que me miraba sorprendido, se notaba que había llorado.
¿Si estoy muerta? Shawn sonrío y me beso la frente, era hermoso desde mi punto de vista, si no es el cielo, entonces es un ángel.
-¿y Sophie?-pregunte como pude, el dejo de besarme, y sonrío ampliamente y espero a que yo se la regresara, lo hice sin mostrar los dientes ni mostrar el dolor que me producía ese movimiento.
Voltee alrededor, era un cuarto con pintura rosa pastel que me daba ganas de vomitar. La cama se encontraba en el centro pegada a la pared, al lado de esta había un mueble, que estaba lleno de regalos, globos, muñecos, las flores desprendían un olor bastante agradable para contrarrestar el olor a suero.
Shawn apareció frente a mi con un pequeño bultito envuelto en una manta rosa fuerte, era pálida, tenia los ojos avellana. Lo veía y no lo podía creer, ¡era una combinación perfecta entre los dos! Era como si en una licuadora nos hubieran metido y hubiera salido este hermoso licuado.
Levanto su mano gordita, sonriéndome sin ningún diente todavía.
Sonreí aunque me dolió y trate de levantarme mas, pero no pude.
Shawn la coloco con cuidado en mi pecho, ella tomo mi dedo con su manita y me sonrío.
Bese su pequeña cabecita, levante mi delgado brazo y rodee su cuerpecito con ella.
- Es hermosa- dijo Shawn acariciándole la mejilla, se sentó al lado de mi cabeza y se agacho un poco.
Un flash me hizo levantar la vista.
- ¡Que hermosos se ven juntos!-grito la voz extraña de Janet con una cámara en la mano, una sonrisa en su rostro y para completar el paquete. Con Matt agarrado de la mano con miles de globos en ella. ¡Genial! Solo faltaba eso para que explotara el cuarto.
-¿Cómo te sientes?- pregunto Matt besando mi cabello y haciendole una caricia a Sophie, quien solo movía sus brazos en el aire.
- Luces terrible. –me dijo Janet, mientras quitaba a la niña de encima de mi.
Yo solo la mire, quería responderle, pero...no podía.
- Gracias Janet.- dijo Shawn besándome el cabello. ¿Qué tenia mi cabello? ¿Un chicle? ¿Porque ahora todos lo besaban?
-Ejem.- dijo divertida, haciendo unos de sus gestos.- Creo que nos vamos.- dijo dandole la niña a Shawn en brazos, ella se divertía jugando con el dedo de su papa.
- Cuidate.- me dijo Janet.
- ¡Muchas babas!- dije con esfuerzo, pero aun así salió gracioso, ya que todos rieron.
Shawn puso a la niña en el cunero que se encontraba en la habitación y se acerco a mi, iba a decirme algo pero el medico entro sin tocar.
- ¡No lo puedo creer! ¡Despertaste! Las probabilidades eran tan escasas, estas muy débil por ahora señorita así que sin esfuerzos, todavía se que no te puedes mover, el dolor es insoportable y...-solo asentí, su entusiasmo en este momento me molestaba.
