Historias de Hogwarts I: la Décima

29. El Baile del Aniversario, parte I

El Gran Baile del Aniversario se celebraría aquella noche y la sala común de los tejones estaba abarrotada. Sobre todo, eran chicas las que comentaban y hacían suposiciones nerviosas de cómo sería la fiesta. Algunas de las más entusiasmadas, como Keylie Foster, se encontraban ya en las habitaciones preparándose, a pesar de que aún quedaban algunas horas. Dina Ross estaba sentada en uno de los blandos sillones anaranjados mordiéndose las uñas. Su amiga Alice se sentó a su lado y trató de calmarla.

-Tranquila Dina, solo es una fiesta.

- ¿Solo una fiesta? -la miró sorprendida. - Hoy es uno de los días más importantes para el mundo mágico. Vendrán magos de todas partes y nosotras tenemos el privilegio de asistir a este gran acontecimiento. No creo que solo sea una fiesta.

Alice nunca lo había pensado así. Gracias a Historia de la Magia conocía todos los hechos y desgracias que habían ocurrido durante el periodo oscuro donde el peor de los magos tenebrosos había causado daños terribles. En especial sobre personas como ella, nacidos de muggle. El momento culminante fue cuando se inició la Batalla de Hogwarts, en aquel hermoso castillo que ahora era su escuela y segundo hogar.

Hoy habían pasado treinta años desde aquello y todos los magos del mundo se reunían en sus casas para celebrar el fin de la guerra y aquellos momentos de opresión. Era cierto lo que su amiga le decía, estaban en Hogwarts, lugar donde se desarrolló el final de la guerra y que mejor lugar para celebrarlo.

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Megan miraba su reflejo en un pequeño espejo de la pared de su habitación que había hecho aparecer debido a un sencillo encantamiento transformador. A diferencia de sus compañeras, prefería prepararse para la fiesta en la intimidad de su habitación.

Se encontraba enfrascada en una pelea con las mangas de su vestido que no acababan de ajustarse a sus menudos brazos. Por lo demás el bonito vestido rojo con falda de vuelo le quedaba perfecto. Desesperada cogió su varita y apuntándose a las mangas, las hizo desaparecer.

Cogió un chal negro y se lo echó sobre los hombros, después se sentó en su cama. Estaba realmente nerviosa.

Danny Turner le había pedido que fuera su pareja en Gran Baile del Aniversario de forma muy espontánea.

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-Vamos Adela o no llegaremos a tiempo. -le decía Zoe mientras terminaba de cepillarse el pelo.

-No quiero ir. Lo he pensado mejor. -dijo mientras se tapaba la cara con la almohada de su cama con dosel.

-No digas eso, seguro que Bill te está esperando en la sala común.

-Por mi puede esperar toda la noche. -contestó de forma inteligible pues la almohada ocupaba toda su cara.

Zoe Taylor estaba guapísima. Su vestido verde ajustado resaltaba sus curvas a la perfección y el largo cabello le caía por la espalda como si fuera una cascada de aguas negras. Estaba feliz y Adela no lo comprendía. Su amiga Zoe era preciosa y montones de chicos guapos hubieran querido ir con ella al Baile del Aniversario. Sin embargo, ella había elegido al gordito de Peterson, bastante gracioso y simpático, pero también muy torpe y descuidado en los estudios. Físicamente no era atractivo y sin embargo Zoe se comportaba como si fuera el chico más perfecto del universo.

Mientras, la pobre Adela se tenía que conformar con Bill Roger, un chico larguirucho que llevaba prácticamente todo el curso tirándole los tejos.

"Maldito Lucas, como me ha engañado. Lo mataré en cuanto tenga alguna oportunidad."

Zoe estaba a punto de dar por perdida a su amiga cuando Adela se levantó de un salto. Había tomado una decisión: iba a ir a la celebración con Bill, bailaría con él y se lo pasaría mejor que nadie. Ese idiota de Hagdelton no la dejaría encerrada en su habitación en una noche como aquella.