28. "Lo siento"

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"La capa oscura del uniforme hacía que en la negrura de la noche apenas se le visualizara. Sus movimientos eran rápidos y nerviosos. A pesar de que había recorrido los pasillos de Hogwarts por la noche infinidad de veces, en aquella ocasión no lo hacía para su cometido habitual.

No sabía sí contárselo, aunque probablemente fuera lo mejor. Estaba seguro de que conocería algún pasadizo o atajo para llegar cuanto antes a Hogsmeade... Sin embargo, no podía. Había sido muy tajante cuando le dijo que solo le buscara para asuntos importantes relacionados con el cometido.

Desesperado se bajó la capa y con brusquedad se sentó en uno de los bancos de piedra del patio interior del Castillo. La luz de la luna lo iluminaba débilmente.

¿Qué debía hacer? Quizás lo más sensato sería decírselo a un profesor. Era la única opción que le quedaba. Pero él no se fiaba de los profesores, menos aún de la directora o Blake, que ni siquiera era profesor. Pero ya no le quedaba otra opción, lo había intentado y sin embargo no lo había encontrado.

Con sus ojos azules fijó la vista en la luna. Su padre le había advertido infinidad de veces sobre lo peligroso que era sentir cariño por alguien, tener amigos queridos, enamorarse... Aun así, ahí estaba él, era la segunda noche que salía en busca de Tim y este seguía sin aparecer.

Era totalmente consciente de los problemas de inseguridad y aflicción de su compañero de casa. Tal es así que finalmente había decidido desaparecer de la escuela sin ni siquiera dejar una nota.

Ya no quedaban más opciones, debía avisar de la desaparición de Tim a los profesores antes de que le pasara algo realmente malo.

***

La profesora McGonagall llevaba una bata rosa y el pelo recogido en una redecilla perfectamente colocada sobre su cabellera.

- ¿Cuándo fue la última vez que lo vistes?

- Durante la clase de Herbología del martes. – respondió Danny mientras se hundía en la silla que la directora había colocado enfrente de su despacho. – Fue ayer por la mañana cuando descubrí que no estaba enfermo.

McGonagall arrugó el ceño, pronunciando aún más sus arrugas.

- ¿Por qué has tardado tanto tiempo en decírselo a algún profesor?

Danny no dijo nada.

Las puertas del despacho de la directora se abrieron. La profesora Arundell de Pociones y la profesora Alistair de Transfiguración se pusieron a ambos lados de Danny. Miraban con preocupación a McGonagall.

- Pobre chico, pobre chico. – Se lamentó Alistair, mientras se alisaba una capa amarilla que se había echado sobre el camisón. – Estaba tan triste recientemente...

- No se puede decir que sus notas fueran especialmente buenas, - comentó Arundell, que sin su sombrero puntiagudo estaba realmente rara. – pero sí que es cierto que en mis últimas clases estaba más distraído y torpe que nunca.

- Será mejor que vuelvas a la cama cuando antes, Turner. – dijo la directora poniéndose en pie. – El resto de profesores están a punto de llegar para iniciar la búsqueda de su compañero Robbins.

Danny asintió y se marchó del despacho sin mirar a las dos profesoras que acababan de entrar. Pero cuando estaba bajando las escaleras de la Torre, se encontró a alguien de frente. Jake Blake lo miró con los ojos muy abiertos. A diferencia de las otras profesoras, el de Alquimia vestía con las ropas negras que usaba durante las clases.

Historias de Hogwarts I: la DécimaWhere stories live. Discover now