Capítulo 31

6.9K 276 26
                                    

- Por favor no me llame señor Ian que parece que sigo metido en las aulas con los chavales- hace un gesto hacia mi-. Llámeme Ian por favor. 

- Solo si me llamas Margaret.- le dice mi madre con su mejor sonrisa. Perfecto fuera formalismos, de tú a tú como si se conocieran de toda la vida. Claro que sí. ¿Por que no?

A todo esto en cuanto mi madre dijo eso de los nervios mi único movimiento fue uno estúpido con la mano haciéndole el gesto de que pasara. Se ha tenido que tomar alguna copa porque desde luego se encontraba muy relajado para como es él. Sé que él es una persona muy relaja pero no me puedo creer que estuviera en esta aura. Estaba conociendo a los padres de su ex novia la cual ahora es una de sus alumnas y bueno nuestras edades no se encontraba ni en el misma década.

Mi padre se presenta y nos dirigimos hacia el comedor. Todo va transcurriendo bien. Mis pdres hacen las típicas preguntas sobre como va mi curso académico, si me comporto bien. Se disculpan por lo transcurrido el primer día de clase, mi cara simplemente empezó a ponerse de un color parecido al del tomate y bueno me limito a comer y callar. Como Rosa me educó. 

Bueno un dato importante que nos he contado es que en la mesa me encuentro al lado de Ian y mis padres se encuentran en frente a nosotros. 

El primer plato transcurre muy rápido y pasamos al segundo en un abrir y cerrar de ojos. Y a que Rosa no está mi madre se siente obligada a levantarse e ir a por el segundo plato. Mi padre le ayuda y los dos se van a la cocina. Una cosa que me extraña es que no haya contratado a nadie. Porque aunque Rosa esté casi siempre en casa cuando invitamos a alguien contratan a otra chica para que ayude a Rosa. Rosa se ha tenido que ir debido a que su hija se ha puesto de parto por lo que con mas motivo mi madre hubiera llamado rápido y veloz a una chica. Ya que mi madre ha recogido pocos platos en su vida. Con todo esto me encuentro a solas con Ian.

- Estás muy callada.- me dice y a continuación se limpia la boca con una servilleta.

- Sí... no sé, tampoco tengo mucho que decir.- le digo sin mirarlo. Sé que él se ha puesto de lado para mirarme.

- Bueno estamos hablando de ti, de tú futuro y tu madre ha dicho abiertamente lo que ella quiere que hagas. Pensaba que le ibas a plantar cara y decir aquello que quieres hacer.

- Bueno es difícil hacer y decir aquello que quieres sin que te importe lo que te puedan decir los demás ¿no crees? Me parece que eres muy bueno en no llevar acabo esta regla.- Esta vez si que me giro mirándole directamente a los ojos.

- Touché.- me dice con sonrisa picara. No, Ian esta etapa la habíamos pasado. Eres mi puñetero profesor.

- Pero bueno, a contrario de otros, me callaré pero a la hora de rellenar mis papeles para la universidad haré lo que realmente quiera y que lo que tenga que venir que venga. Porque yo persigo aquello que quiero.

- Bueno Ian háblanos un poco de donde eres.- dice mi padre con dos platos que coloca para Ian y para mi. Mi madre lo va siguiendo con otros dos para ellos. Perfecto si ya se había empezado a poner tenso con esto podía notar como Ian estaba mas tenso que Eduardo Manostijeras poniéndose unas lentillas. 

- Bueno me crié en un orfanato en Dallas pero mi familia biológica es de aquí, de Nueva York.- dice. En cuanto lo escucho decir eso lo miro sorprendida. No podía llegar a creer que se estuviera abriendo de esta manera, delante de mis padres. Sin pensarlo mi mano se coloca encima de la suya que se encontraba encima de su pierna. Mis padres no pueden ver nada de esto, ni darse cuenta. Él aprieta mi mano en cuanto la siente. Todo esto enciende mi cuerpo. Por una parte quería que mis padres siguieran preguntando sobre su vida para saber un poco mas sobre él pero por otro sentía que esto le estaba haciendo daño y no quería eso.

Mi nuevo profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora