Capítulo 27

8K 337 24
                                    

Estado igual ausente. Conocimiento de lo sucedido igual a cero.

Si me preguntaran en este momento esas dos cuestiones mis respuestas serían esas tal cual. La única cosa que podía llegar a decir que me encontraba en una fiesta con gente universitaria los cuales me sonaban la mayoría pero no había llegado al punto de ponerme a hablar con nadie. Estoy en un sofá con una copa en la mano. Mi reacción es probar aquello que hay y el resultado es agua. Parece que aquella persona que me lo ha dado debe saber que ahora mismo no estoy bien. Una mano se posa encima de mi pierna y escucho:

- ¿Enserio te encuentras bien?- me dice. Me giro a mi derecha y me encuentro a Jayce con cara de preocupación. Había dejado crecer la barba y se encontraba mas guapo que nunca y con ese ceño fruncido todavía mas.

- Sí, gracias. Simplemente no se lo que me pasa. Me encuentro en una nube.

- ¿Quieres salir? Arriba hay una especie de fogata.

- Si me parece bien porque me estoy empezando a marear.- su reacción inmediata fue cogerme de la mano y llevarme hacia unas escaleras. No, no le iba a decir ¿oye me subes en brazos? Por qué no le parecería bien pero desde luego que a mí con lo guapo que está me está pareciendo una buenísima idea. No le hago caso a mi subconsciente y decido subir con mis propios pies.

Nada más llegar me encuentro una especie de fogata en la parte del ático. Jayce me señala unas hamacas y ahí voy yo. Me faltan pies para volar hacía allí.

Nos quedamos un rato hablando de cosas tipo ¿como vas? ¿Qué tal te está yendo en el instituto? Y esas cosas

La verdad es que desde ese suceso no lo había visto muchas veces en el instituto. Directamente en los descansos me iba a la biblioteca a estudiar y cuando era la hora de comer me faltaba tiempo para terminarme la comida. Hasta ese extremo había llegado nada más por no cruzarme con Ian. Y bueno también uno de los motivos era que mi tiempo se encontraba muy reducido por las tardes como para que me diera tiempo a estudiar, por lo que la biblioteca me ayudaba a no encontrarme gente indeseada-deseada y a no suspender, que es en lo que me tengo que concentrar este año aunque no lo parezca.

Sin darnos cuenta las demás hamacas habían sido ocupadas y lo único que me apetece es tumbarme.

- ¿Oye nos echamos en las hamacas?- le digo sin ningún miedo.

- Si échate encima mía.- me dice tendiéndose y colocando su mano en su pecho. Antes de eso decido quitarme el jersey que me había dejado y lo coloco en especie de manta para los dos.

- Gracias.

Nos quedamos un rato los dos callados, disfrutando de la noche y desde luego que me encontraba muy cómoda arropada en sus brazos. Sí, le he cogido los brazos y los he colocado al rededor mia. En cuanto nos hemos puesto en esta postura podía notar como no se sentía cómodo y había dejado los brazos en tensión, por lo que se los he cogido y he juntado nuestras manos. Podía notar como sus latidos se habían disparado y ahora estaban al compás de los míos.

Mi instinto es mirarlo y haya voy. Él se da cuenta y me sigue. Mi lengua va sola.

- Sabes en este momento tengo muchas ganas de hacer algo.- le digo. Sus latidos empiezan a volver al ritmo de antes.

- ¿Por qué no lo haces?- me contesta con voz ronca.

- Por qué no sé si va a empeorar las cosas. Lo he soñado yo o es que verdaderamente no estoy en mis trece, ¿pero tú no estabas conociendo a alguien?- verdaderamente la duda me había aparecido en este mismo instante y yo no quiero mandar a la mierda lo que pueda tener con otra por esto que estoy sintiendo ahora, el cual no sabia que había llegado o lo había dejado de lado pensando que la única persona en la que podía pensar era Ian.

- A tomar por culo Anisa.- me dice Jayce. Acto seguido me coge la cara y planta un beso en mis labios. Al empezar los deja cerrados pero en el momento en el que yo los abro el me imita. Al principio había sido tímido pero al juntarse nuestras lengua se convierte en un beso de deseo. Podía notar como todo lo que había tenido guardado él no estaba sacando. Podría ser por aquel beso que nos dimos, el cual él se quedaría perplejo y no dio todo lo que pudo o esas ganas ya estaban acumuladas desde que se dio cuenta de lo que sentía por él.

Sí, le deje claro todo lo que yo sentía en ese momento pero ahora no sé que decir o que hacer. Simplemente me entran ganas de seguir con este beso. Él se ha tirado a la piscina sabiendo que después de esto o mañana o una semana le pudiera decir que no siento nada por él, pero lo ha hecho. Esto era un de las cosas en las que veía que él no tenía, valentía pero por mi la ha sacado o la tenía guardada y yo nunca he sido capaz de darme cuenta.

En cuanto nos separamos voy a abrir la boca, no sé exactamente con que fin pero él se adelanta a aquello que tenía pensado a decir o hacer y me dice:

- No digas simplemente disfruta el momento.- y yo con mi sonrisa tonta veo como cierra los ojos e intenta acomodarse lo máximo posible.

[...]

- Anisa es hora de ir yéndose. No hay nadie aquí y no escucho nada de música.

- Mmm.- es lo único que puedo decir y a continuación me agarro mas a Jayce.

- Venga va que te llevo a casa.- me dice pero no hace el mínimo intento por moverme.

- No a casa no.

- Entonces tú me dirás a donde te llevo.-ningún movimiento por mi parte. Me encontraba tan cómoda en sus brazos que no quería moverme y que bueno, todo lo que podía venir a mi cabeza que ni estaba segura si iba a venir.- Puedes venir a mi casa, duermo solo hoy.

Mi nuevo profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora