Cap. 7

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Pasó un año lleno de mentiras.
Cumplí los 17 años, ella para ese entonces ya tenía 16.
A la mínima oportunidad que teníamos, comenzábamos nuestra aventura entre las sábanas.

Cada vez que miraba a mis tíos, les sonreía. Saludaba a mis compañeros de clase con una sonrisa. Sonreía cuando lo hacía con Lisa...

Todo era mentira.

Ese era mi lema, sonreír sin importar qué. Pero sólo me estaba engañando...

Y el caos volvió a aparecer delante de mis ojos.

Era un sábado cualquiera, mis tíos nos dijeron que se iban a cenar con unos amigos, y nos dejaron solos en casa.

Lisa ni siquiera me dejó tocar mi plato, ella se abalanzó sobre mi y yo le seguí el juego. Entonces nos dirigimos hacia el sillón, era peligroso pero en ese momento no me importaba nada.

Entonces, todo sucedió tan rápido...

Abrieron la puerta, los pasos eran intensos, nosotros paramos, nos volteamos para ver, y los vimos.

Rosa comenzó a maldecirme como una loca, George me tiró una bofetada y Lisa se fue corriendo a su habitación. Me dejó solo con ese problema. Pero yo no hice nada, me lo merecía.
Rosa no lo soportó más, me cogió del brazo y me condujo con todas sus fuerzas hacia la calle, y me dijo lo siguiente:

"A mi, nadie me engaña, ni siquiera un maldito crío mal nacido."

Ella lo sabía, o lo sospechaba, pero estaba seguro que lo tenía todo planeado.

Me cerró la puerta en la cara, y poco después, mis cosas comenzaron a caer por la ventana.
Negué con la cabeza, y solo cogí un abrigo, mi móvil, la billetera y la poca suerte que me quedaba.

Estaba en la calle...

Lo Que La Vida Me QuitóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora