Capítulo 8

1.3K 134 21
                                    

La jornada escolar había terminado como Katniss esperaba. Sin Complicaciones. Le faltaban unos cuantos metros para salir de la institución educativa, cuando una chica con aspecto de niña y cabello rojizo se puso enfrente de ella. Annie Mellark.

—Hola, Kat —antes de poder devolverle el saludo, la pequeña chica le dio un abrazo.

—¿Qué tal tú tobillo? —le pregunto, evaluandola con la mirada.

—Bien, parece que ya esta mucho mejor —le respondio tratando de recuperar el aliento.

—Me alegra, por cierto el Domingo cuando metí tu ebrio pantalón a la lavadora, me encontre esto. Casi muere ahogado, pero... esta vivo —Annie le extendió un aparato, que Katniss, no tardo en reconocer.

—¡Mi movil, creí que lo había perdido! —Katniss tomó el aparato electronico y confirmó que estuviera entero, y asi era.

—Gracias, pense que lo había perdido.

—Pues no, y prometo regresarte tu ebrío pantalón, que ahora tiene la reseca —Katniss sonrío ante el comentario de la chica.

—Yo prometo devolverte, todas tus cosas —dijo apenada.

—¡No digas estupideses! Esa ropa ni siquiera me quedaba.

—Pe... ro...yo... es... tu..ya... —tartamudeo Katniss.

—Nada de peros. Quedatelo T-O-D-O, te lo obsequio —»Regalo de futuras cuñadas« dijo Annie en sus pensamientos.

—Eres Increíble —le dijo Katniss.

—Ya lo se, pero gracias por recordarlo —Annie le guiño, el ojo.

—Bueno, Gracias por todo —Katniss sonrio y estaba a punto de irse cuando escuchó, una voz masculina a su espalda.

—Hola Annie... ¿Katniss?

Ella se dio la vuelta y se topo con un Peeta, que estaba cerca de ellas.

—Hola, hermanito —discretamente Annie le dio un golpecito a Katniss.

—Hola —saludo Katniss, en voz baja.

—Hola —dijo él.

»Que no sonría, ¡Por favor!« pedía Katniss, a cualquier dios que la estuviera escuchando, sin embargo sus rezos no surtierón efecto alguno, porque Peeta sonrío. »Mierda, lo que faltaba«

¿Qué tal tú día? ¿Qué tal tú tobillo? —pregunto.

»Me la he pasado todo el bendito día huyendo de tí y de tu sexy aparencia, Pero mi esfuerzos se fuerón a la mierda, cuando llegaste y me diste esa sexy sonrisa... y sobre mi tobillo, pues ya no me duele, aunque cada vez que lo veo recuerdo que me lo masajeaste con tus sexys manos de deportista« pensó.

—Bien tanto mi día, como mi tobillo han estado bien — respondio.

—Eso es genial.

—¿Katniss, quieres que te llevemos a tú casa? —pregunto Annie.

—No, gracias prefiero tomar el autobus, no quiero causar molestias —dijo rapidamente.

—Nahhh, no es molestia. Papa y Mama, trabajan hasta tarde hoy. Y tanto Peeta y yo, no tenemos nada que hacer.

Peeta le lanzó, una mirada asesina a su hermana, pero ésta lo ignoro.

—¿Qué dices? ¡Vamos Kat! Di que si —insistio Annie.

—Enserio, no quiero causar molestias.

—No es ninguna molestia, nosotros gustosos lo haremos.

©Eres Mi Salvación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora