Capítulo 20. Pandora

45K 4.5K 5.2K
                                    

[Créditos por la hermosa imagen a @mxn_edit(<Vía instagram)]

Espero que este capítulo me haya quedado bien. Estaba saturada de mucha información que necesitaba bajar de mi cabeza. Quizás con esto puedan organizar sus ideas y se les haga más fácil aclarar hipótesis. Solo deseo que realmente pueda entenderse y que sea lo que dios quiera[¿]



Agradecí sinceramente el que KyungSoo no diera más que hacer, así tuve tiempo para revisar rápidamente todos esos documentos, sin tener éxito alguno. Registros y más registros de pacientes. El único documento que se había colado entre estos habían sido los papeles de adopción de Luhan.

Exhalé un suspiro y me dejé caer sentado sobre la cama, masajeándome el entrecejo con dos de mis dedos intentando leer esos exámenes. Todo estaba en chino. No entendía una mierda de lo que decía. Solo los números. Fechas, para ser exacto. De no haber sido por la romanización de la escritura, no hubiese identificado su nombre.

"20/04/2010"
"11/12/2010"

No podía establecer diferencias entre ambas. Traté de releer el nombre una y otra vez esperando que me hablase por sí solo, pero aún estaba crudo en mis pensamientos.

"Escorias, el almuerzo está listo". Oí a Tao hablar por el intercomunicador. "No les aseguro buen provecho. Así que comerán bajo su propio riesgo".

Comienzo a pensar que resignar a Tao en la cocina era el principal error de una serie de errores. Era como dejar a KyungSoo solo con un crayón rojo. Catástrofe.

"¡BAJEN YA!"

Di un respingo apresurándome a volver todo en su lugar, metí la caja dentro del closet y tomé al bebé rápidamente para bajar antes de que el cocinero nos cortara la cabeza.

[...]

A lo lejos se podía observar un rubio distraído mirando hacia todos lados. Nos colocamos de pie e hicimos señas con los brazos en alto a espera de que por alguna casualidad, o bien sea suerte de la vida, Sehun volteara en nuestra dirección.

Finalmente nuestras plegarias fueron escuchadas, y luego de pillarnos a lo lejos, vino en dirección hacia nosotros.

— Perdón por llegar tarde. —Se ubicó en uno de los asientos libres.

— Te perdiste ¿no es cierto? —Me burlé.

— ¡Sehun! —JongIn a penas como pudo, se lanzó de costado para alcanzar a abrazarlo, casi cayéndose de la silla—. Pensé que nunca volvería a verte.

— No podía obviar esta invitación. —Habló con indiferencia.

— Tú fuiste quien nos invitó. —Kai le miró con los ojos entrecerrados mientras apoyaba el mentón sobre su hombro.

El rubio trató de apartarlo cuidadosamente, como si no quisiera tener ninguna clase de contacto físico con el moreno. Sonreí al observarlos forcejear un poco, y por un momento me transporté a nuestra adolescencia.

Siempre hemos sido un trío bastante peculiar. De cierta forma puedo etiquetarnos como 'equilibrados', si es que estoy autorizado para tomarme la libertad de atribuirnos ese adjetivo;

JongIn es el más impertinente, el de las ideas descabelladas, la adrenalina, pero también el ocurrente y directo. Es capaz de hallar soluciones rápidamente sin incluir sentimientos de por medio. Siempre que sea necesario, Kai es la mente objetiva y drástica de la verdad.

Por otra parte, Sehun es el distraído, el que solo se deja llevar por la corriente, el pacífico —siempre y cuando no lo hagan enojar—. Tiene una actitud fría y no suele encariñarse con nada. Por eso es muy difícil percibir interés o afecto en su persona. Sin embargo tiene una increíble capacidad para identificar comportamientos.

El niñero de los Byun [Hiatus]Where stories live. Discover now