Capítulo 15

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Aaron POV

-Descansa...- Susurró Scott a mitad de la noche- Intentaré estar aquí para darte los buenos días...- Debido a que me encontraba despertando, su voz se escuchaba lejana, pero no quería que se fuese, no quería que volviera a ese sitio horrible, no quería que me dejara...

-¡No te vayas!- Grité en cuanto estuve despierto por completo, pero al girarme, no estaba allí, sólo habían unas pocas luces que descendían hacia el suelo de la habitación

*-Debía irse- Comentó Omen en mi cabeza – Pasó mucho tiempo fuera del inframundo, le estaba lastimando el resistirse a descender. Te acompaño tanto como pudo...*

-Lo sé... Simplemente no creo que sea justo que una persona como él, esté en aquel lugar.- Hablé con tristeza mientras me sentaba en mi cama y observaba como los rayos caían contra la tierra en la lejanía.

*-Hay muchas personas que no merecen estar en ese sitio, pero tristemente la muerte les llega a todos. Tú deberías saberlo, tú eres el representante de la muerte...-* Dijo Omen con mucha seguridad

-Pero hay personas que han escapado del inframundo, que han engañado a la muerte, un ejemplo de eso es el maldito Azael- Dije con una idea formándose en mi mente.

*-No hay manera, es mejor que desistas de lo que estás planeando-* Esta vez la voz de Omen se escuchaba severa.

-¿No crees que por un momento estoy cansado de que "los malos" me utilicen como quieran, que usurpen mi poder, que me usen de cebo, que aumenten mi poder de manera desproporcionada, que usen mi dominio sobre mi reino en mi contra?- Pregunté al borde de gritar- Esta vez seré yo quien rompa las reglas...

*-No es bueno ir en contra de la naturaleza-* Susurró Omen con seguridad en mi mente

-Ahora yo soy una fuerza de la naturaleza, y esta es mi voluntad- les dije con severidad a Omen, después de eso, me encargué de callarla por unos momentos.

Me puse en pie ignorando mi jaqueca y dolor articular, antes de salir de la habitación, algo sobre mi cama llamó mi atención. Las almohadas negras estaban empapadas, llevé mis manos hacia las almohadas para saber si era sudo. Al pasar el dedo por las almohadas, este se tiñó de líquido carmesí... ¡Era sangre!, rápidamente llevé mi mano limpia hacia mi rostro, para darme cuenta que estaba empapado en sangre y de mi nariz, se escurría un pequeño río de sangre.

Corrí al cuarto de baño y de las gavetas ras el espejo, tomé unos algodones con alcohol. Observé fijamente mi aspecto en el reflejo, mi cara se veía más delgada además de todo mi cuerpo, las ojeras que adornaban mis ojos eran ahora más pronunciadas y las pequeñas llagas en mi muñeca dejaban ver mi ahora putrefacta piel; no me atreví a retirarme el suéter y observar cómo está mi torso, ya que es allí donde tengo la mayoría de llagas.

Tomé suficiente algodón para hacer un tapón y así ponerlo en mi chorreante nariz, poco a poco, el algodón evitó que el hilillo de sangre continuara cayendo por mi rostro.

Me puse unas pantuflas y salí de mi habitación sin hacer el mínimo ruido. Afuera, en el pasillo, la oscuridad adornaba todo, la única luz eran los efímeros destellos que ingresaban por las ventanas, ocasionados por los rayos al surcar los cielos y finalmente caer a la tierra.

No se escuchaba ningún ruido, al parecer todos estaban durmiendo, se lo merecen, han sido unos días muy estresantes, supongo que esto sienten las familias cuando tienen algún miembro en una fase terminal. La preocupación, el temor y la impotencia han sido sentimientos que han rondado la casa estos días, también me compadezco de Derek, el pobre debe estar saturado de sentimientos, no debe ser bueno tener su empatía en estos momentos.

Saga Elementos y Sombras III: Fuego UnificadorWhere stories live. Discover now