Capítulo 1

4.1K 400 57
                                    


Aaron POV

La oscuridad nos consumía a mi acompañante y a mí, el enorme Lobo de pelaje rojizo se encontraba rugiendo a la figura entre mis brazos. Fácilmente el chico frente a mí podría hacerse pasar por un niño con su cabellera lacia y rubia que caía sobre su frente, sus pequeños ojitos color esmeralda, sus labios diminutos y su delicada y tierna voz...

-Por favor, déjenme ir, quiero ver a mi mami- Suplicaba fingiendo un llanto. Cada vez soportaba menos a este hombre y el ruido que producían los rayos al chocar contra mi campo de fuerza, me estaba impacientando más.

-Aaron...- No me fijé en qué momento Eric volvió a su forma humana y me palpaba el hombro. En este instante poco me importaba que el pelirrojo se encontrase desnudo tras de mí- Deberías dejarlo, quizás no sabe nada. Además, ¿Estás seguro de que no es un niño? Joder, me asusta verte como golpeas a un pequeño ser humano de quizás siete años de edad- Eric inició a vestirse con unos simples vaqueros que él había traído. Aunque claro, la bruma le proporcionaba el manto suficiente para estar desnudo, mi chico no quería estar desnudo mucho tiempo.

-Vuelve a tu forma, maldito- le espeté al niño antes de impactar mi puño contra él.- Cambia ahora.- el niño escupió la sangre de su boca y me observó con temor y lágrimas en sus ojos- Cambia ahora e inicia a darme las respuestas que quiero- Halé el cabello del niño y lo lancé contra el suelo.

-¿por qué me hace esto, señor? Por favor, déjeme ir y no le diré nada a mi mami, pero déjeme ir, por favor...- Suplicó llorando el pequeño.

-Tú te lo buscaste, asqueroso- Estampé de nuevo mi puño contra la pequeña nariz del niño, la cual empezó a liberar un río de sangre. –Eric, tápate los oídos...- Le ordené al hombre lobo a mi lado, quien observaba la escena con estupefacción.

-Aaron, creo que si es un niño, deberías tratar de calmar...- Interrumpí a Eric con una orden mucho más severa.

-Tu Rey te está reclamando que te cubras los oídos. Hazlo ahora antes de que pierda el interés por tu salud.- Dije con tono frío y cortante.

-Ese es el problema- Farfulló suavemente el hombre lobo- Yo no estoy en este momento con el Rey de la Oscuridad, estoy con mi novio.- Trató de calmarme el pelirrojo.

-¿Tú eres el rey?- Preguntó asustado el niño quien continuaba sentado en el suelo con lágrimas empapando sus pequeñas mejillas.

-Te lo advertí, Eric- y sin mediar alguna otra palabra, fije mi mirada en el niño.

Inhalé suficiente aire mientras dejaba que la energía Mythi saliese disparada de todas las partes de mi cuerpo hasta mi garganta. Cuando estuve seguro de que la energía estaba en mi garganta, abrí mi boca en un grado poco humano y dejé finalmente salir mi sonido.

Mi grito salió disparado de mi boca como si de una onda de choque se tratase y golpeó al niño, enviándolo contra las paredes del campo de fuerza, el niño lloraba y gritaba de agonía mientras de sus oídos brotaba a borbotones la sangre.

-Por favor, para- Gritaba el niño, pero ahora su voz era más grave.

Sonreí ladinamente al ver como perdía el control, esa pequeña sabandija pronto me obedecería. Continúe gritando, sin darle oportunidad al chico de soportarlo. Observé por el rabillo del ojo como Eric se tapaba los oídos, sé que mi grito le afectaba, aunque no tanto como el chico: Desde que aprendí a dirigir mi grito, evito hacerle mucho daño a las demás personas. Además he podido crear ondas de sonido, tal como ahora lo estoy haciendo con el niño.

-¡Ya, está bien!- Gritó el niño pero ahora su voz sonaba demasiado grave y poco a poco.

Sonreí mientras gritaba. Poco a poco el niño empezó a convulsionar y cambiar su forma. Sus extremidades se alargaron y sus facciones se acentuaron. Ahora frente a mí se encontraba un hombre de quizás cuarenta y cinco años humanos. El hombre cargaba con todos los moretones y sangre que antes había tenido el chico.

Saga Elementos y Sombras III: Fuego UnificadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora