— Eso es mucho ego ¿No crees Miller? —me está mirando con desagrado, aparece la linda pelinegra del departamento de arriba del nuestro y la jala del brazo para llamar su atención, tengo entendido que ambas tienen una amistad.

— Solo el necesario, no más, no menos—es como si cada parte de mi presencia la molestara.

— Brooke, ya basta—escucho que le susurra su amiga.

— Hazle caso muñeca, no vaya a ser que tu jefe te castigue por ser mala y llegar tarde—sé que es una burla muy baja ya que soy el jefe del departamento en que ella está y eso nunca le hizo ninguna gracia.

— Me vuelves a llamar muñeca y no respondo—se deja guiar por su amiga que va tratando de calmarla, me río porque esta mañana sí que fue entretenido, solemos pelear por cualquier cosa, solo que ahora fue en público y antes de entrar oficialmente al trabajo.

— El show terminó, vuelvan a sus puestos—la voz del gruñón de Brais me hace saber el discurso que me dará esta vez. Lo veo llegar con la expresión de gran papá oso enojado.

— ¡Brais! ¡Hermano! Que sorpresa, pero quita esa cara que no favorece a tu color de cabello oscuro, sabes, creo que te ves más viejo ¿No has pensado en teñirte de rubio? Es la moda—señalo a Matt y a mí, ambos somos rubios, solo que mi tono es un poco más claro, obviamente mis palabras no le hacen ninguna gracia, veo a Matt atrás de él y me indica que los siga.

— ¿No sientes que esto se está saliendo de control? —me pregunta Brais ignorando mi consejo anterior, de verdad creo que el rubio le haría un favor a no verse tan serio— Sabemos que tú y la chica no se llevan bien, pero ¿Es necesario hacer esto todas las mañanas? Siempre están peleando o en desacuerdo por algo, lo que hicieron no es profesional.

— Cállate Brais, por favor, solo déjalo estar ¿A caso escuchaste lo que le dijo Will? —Matt como siempre intenta aligerar el ambiente entre los tres— No digo que Brooke sea una mala chica, pero obviamente no se sabe quedar callada y eso solo nos da un mejor espectáculo a los demás, cuando le dijiste que no le quedaba lo de dama... ¡Yo sí creí que iba a romperte la cara otra vez! —frunzo mi ceño sin saber de qué lado está ahora.

— No, tu deja de animarlo—le da un empujón a su hombro mientras caminamos por los pasillos para llegar a mi oficina— No podemos estar en la oficina de esta manera, deben ser profesionales. Después de todo trabajan juntos ¿Cómo es que aún se odian? —la pregunta de Brais me hace considerarlo por primera vez.

Aunque tampoco sé de qué se sorprende. Mi respuesta es lo único que se me viene a la mente.

— Como le gané el puesto de editor en jefe esta celosa de eso—al menos no encuentro otra razón justificable para que me odie.

Mi carrera en periodismo la comencé con clases en línea cuando todos en mi familia pensaron que me había salido de la universidad, tiempo después me ofrecieron trabajar en el periódico TroubleNews, pensé que sería una buena experiencia ya que el periodismo, aunque no fue mi opción inicial siempre me llamó la atención. Luego me dieron como compañera a la bella "dama" que se llama Brooke Walker, y al principio pensé "pero que linda gatita, toda tierna y gentil por fuera" luego descubrí que en realidad es terca, obstinada, sarcástica, competitiva...en conclusión ¡Es insoportable!

Y todo se puso peor cuando el puesto de editor en jefe quedó libre, por así decirlo "Competimos". El que encontrara la mejor noticia ganaba. Nuestro jefe es el señor Robert Hitman, un hombre muy amable, pero a la vez muy firme en sus decisiones y lo más importante es que se lleva muy bien con todos sus empleados, es el jefe que todos sueñan y sé que me aprecia, pero para mí mala suerte también le cae muy bien Brooke. Decidió ponernos como "equipo" aun cuando yo le gané el puesto, no me quejo tanto porque ella tiene que obedecerme ya que soy su jefe ¿Mencioné ya que soy su jefe?

Todo lo que quieroWhere stories live. Discover now