-Hermana soy pequeño, pero no tonto.

Volvió a sonreír- Tengo algo de pena, pero ya se me pasará.

-Bueno - respondí-¿Sabes con quien estuve?

-¿Con quién?

-Con Tristan y Rose

-¿Están aquí?

-Sí - le dije - Ahí, mira- apunté donde estaban ambos y Ali caminó en esa dirección.

Estaba cansado. Me senté en el césped.

Miré a mí alrededor. Mucho negro. Negro por todas partes.
¿Por qué todos vestían de negro si se supone que deberíamos estar felices porque Teresa se había ido al cielo? ¿Por qué no un color más alegre? ¿Por qué a mí me decían que estuviera feliz? ¿Por qué los demás podían llorar?

Me levanté. Sacudí mi pantalón y arreglé mi camiseta.
Bradley estaba llegando a mi lado.

-Ven amigo, ya va a empezar todo.-Me tomó de la mano -¿Cómo te sientes?

-Bien.- dije

-¿Brad?

-¿Sí?

-¿No se supone que deberían estar felices?

-¿Felices? ¿Quienes?

-Las personas. Tú y Ali me dijeron que no tenía que llorar por Teresa, porque se iba al cielo y debía estar feliz por eso. ¿Por qué no les decimos lo mismo a las demás personas?

-Tyler, las personas lo saben. Pero no son tan fuertes como tú

-Mentira. Yo no soy fuerte.

-Sí, además eres muy inteligente que para tu corta edad

-¿De verdad?

-Pero claro, todos saben eso

Sonreí. Llegamos donde estaba el padre con una graciosa túnica y con un libro en la mano. Seguramente la biblia. Había una caja muy grande con muchas flores al rededor y una foto de Teresa en el centro.

-¿Brad? -susurré y él se agachó.

-¿Qué pasa?

-¿Qué es eso? -dije indicando la gran caja marrón

-Esa es la cama de Teresa

-¿Es una cama?

-Claro, ahí dormirá para siempre

-¿No es incomoda? Se ve muy estrecha

-Tal vez pero ella no lo nota.

-¿No nota que?

-Lo incomoda que es

-Se parece a la de los vampiros

-Sí, se parecen mucho

-¿Puedo tener una cama así?

-Claro que no, tú tienes una cama y es mucho más cómoda que esa.

Me callé. Bradley no me daría una de esas camas.

Busqué a mi hermana, no estaba por ningún lado.

De la nada la caja comenzó a bajar. Y las personas lloraron un poco más fuerte, lo cual me dio un poco miedo, haciendo que me aferrara a la pierna de Brad.

El padre no dejaba de decir algunas cosas y me estaba dando un poco de sueño.

-¿Alguien que quiera decir unas palabras? -mi hermana apareció de la nada, parecía que hubiera corrido una maratón.

La Princesa De The Vamps ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora