La Princesa De The Vamps ©

19.- La nueva

Mamá lloraba otra vez. Papá aún no volvía de sus vacaciones y tenía miedo. Tere jugaba mucho conmigo, la quería mucho. Era muy buena amiga. Pero mamá, lloraba. Todos los días desde que papá tomó esas vacaciones.

-Vamos Ali, tu primer día de escuela -dijo Teresa.

-¿Y si no me quieren?

-¿Cómo no van a querer a una niña tan linda como tú?

Me emocioné. Al fin iba a conocer a niños y niñas de mi edad. Iba a tener muchos amigos. Iría a sus casas. Jugaríamos. Todo iba a ser estupendo.

Al llegar a la escuela Tere se despidió de mí y me recibió una señora.

-Hola pequeña ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Alicia Esmeralda Parks y tengo cuatro años. Pronto será mi cumpleaños y tendré cinco -le dije mostrando todos los dedos de mi mano derecha.

-Que adorable. Yo soy la profesora Campbell -sonrió -ven, te llevaré con tus compañeros.

Me dio la mano y me llevó al salón. Dijo que colgara mi mochila y fuera al patio.

Así lo hice. Al salir, vi a unos cuantos niños jugando con un balón y a unas niñas con muñecas. Estaba emocionada. Me acerqué a ellas.

-Hola, me llamo Alicia.

-Hola -me respondió una

-¿Y a ti quién te invitó? -dijo una niña de cabello rubio

-Bueno... Solo quería hablar

-Bueno, habla con alguien más, aquí solo estamos las mejores

-¿Por qué son las mejores? Yo también puedo ser una de las mejores

-No lo creo. Vete de aquí fea

-¿Fea? Yo no soy fea

-Vámonos chicas, las feas y tontas no entienden cuando les hablan.

Quería llorar. Nunca me habían dicho fea, tampoco tonta. Pero aún podía hablar con los niños

-Hola -me acerque a ellos

-Hola -me dijo uno

-¿Puedo jugar?

-No Dylan, ella no puede jugar. Esto es solo para niños. -dijo un niño más grande con un balón bajo el brazo

-Pero también se jugar, papá me enseñó

-Pruébalo -puso el balón en el suelo -Patéalo

Asentí. Con todas mis fuerzas dirigí mi pie a la pelota pero, fallé. Perdí el equilibrio y caí al suelo. Todos los niños excepto, Dylan se rieron.

-Es solo para niños, y tú eres niña.

El timbre sonó y todos corrieron para entrar.

Me limpié las rodillas y la parte de atrás de mis pantalones, sucias por caerme y caminé detrás de todos.

Fui al salón, era muy bonito. Muchos dibujitos en la pared. Mesas de colores. Me gustaba el salón. No los niños.

Me senté en la mesa vacía al final. Todas las demás mesas que eran para cuatro estaban ocupadas.

-Hola pequeños -dijo la señora de un rato atrás. -Soy la profesora Campbell. Como algunos no se conocen vamos a presentarnos. Querida, tú empiezas.

No pude ver a quien indicó. Pero una de las niñas de adelante se subió sobre la silla. Era la rubia mala.

-Hola todos, soy Megan Harrison. Mi lindo papá dice que soy una princesa. Así que eso soy. Cuando sea grande seré famosa y todos me amarán. Espero ustedes me quieran. En especial usted señorita Campbell.