La Princesa De The Vamps ©

2.- Una caja de pañuelos

Narra Alicia:

Me levanté por la mañana por culpa de los rayos del sol. Ya que había olvidado cerrar las cortinas.
Me vestí rápidamente con unos shorts, una playera blanca sencilla y mis zapatillas preferidas.
El día se veía agradable, al menos eso parecía. Entré en la cocina y me encontré como siempre con Teresa. La saludé con un beso en la mejilla y ella me sonrió. Todo iba bien. Hasta que unos estornudos invadieron la calma. Había olvidado que los cuatro chicos de The Vamps vivían en la casa. Al parecer uno de ellos estaba resfriado.

-Buenos días- dijo el de los rulos.

Lo conocí un día antes y ya olvidé su nombre

-Buenos días...ehh

-Brad

-Oh, sí claro Brad. Buenos días Brad- le dije

-¡Buenos días!- gritó alguien con todo el ánimo del mundo al parecer. Era James que al parecer estaba algo sudado.

-Buenos días James- le dije mientras ponía las tasas en la mesa

Brad me miró y frunció el ceño.

-Buenos días- dijo Tristan sentándose al lado de James

-Buenos días Tristan-le respondí

Brad volvió a fruncir el ceño

-¿Y Connor?- pregunté

-Sigue durmiendo- dice Tristan mientras echaba azúcar en su té

-¡Esto es el colmo!- chilló Brad con dificultad. Hasta un gallo le sale por gritar.

-¿Qué te pasa?

-¡Te aprendes todos los nombres! ¡Menos el mío! ¿Por qué?

-No lo sé, solo lo olvidé por un segundo. No es para tanto- le dije mientras servía agua caliente en sus tazas

Oí una voz aguda aproximarse. No dudé que era Megan. Y no me equivoqué, hablaba con su odioso novio Stefan por teléfono. Al entrar en la cocina colgó y se sentó entre Brad y James.

-Megan, ¿podrías ir a despertar a Connor?

-¿Qué? ¿Yo? ¿Ir a despertar a ese bicho raro? no gracias, mejor me quedo con los chicos- pasó su manos por las espaldas de ambos. Ellos con la mirada me suplicaban ayuda. Sonreí para mis adentros y los dejé sufrir un rato para ir a despertar a Connor.

Subí las escaleras y llegué a la habitación donde él dormía. Estaba tapado hasta la barbilla con las sabanas. Lo moví un poco y solo se quejó.

-Connor, pss.

-¿Si?- me preguntó aún con los ojos cerrados.

-Ven a desayunar.

-No quiero, paso. Pero gracias Ali

Me molesto un poco lo dicho solo por dos razones. Primero es un flojo y he subido hasta aquí por él. Segundo porque me ha llamado Ali, y así solo me llama Teresa, Tyler y Elenna.

-Llámame Alicia, no te he dado la confianza suficiente para que me llames Ali.- caminé hacia la ventana y abrí las cortinas para que entrara algo de luz en la obscura habitación

-Okey, ¡okey! ¡Pero cierra la cortina! ¡Dios! ¡Alicia!- se tapó la cara con las manos

-No, te vienes conmigo a desayunar. Están todos abajo

-¿Incluso Brad?

-Sí, ¿porque?

-Es que creí escucharlo estornudar