Cap 1 - Chat Noir

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-¿Qué nombre le pondrás cariño? –Preguntó Sabine a Marinette mientras ambas miraban al gato.

-¿Qué? ¿Yo? Pero si has sido tú la que lo ha querido adoptar.

"No te hagas la dura, acabarás cayendo en mis encantos" –Pensó Adrien con un maullido.

-Venga, venga hija, ya se te ocurrirá algo, pero tú le pondrás nombre. –De nuevo, Sabine cerró el tema, estaba claro, si Sabine decidía algo no te podías negar.

-Ais, -Suspiró Marinette rendida. –Lo que tú digas mamá...

-Mañana espero que tengas ya un nombre para él, porque iré a comprarle un collar con una chapita. –Y dicho esto, la azabache madre se fue de la habitación con una dulce sonrisa en los labios.

-Bueno, tendré que pensar un nombre para ti. –Marinette cogió en brazos al gatito y lo empezó a observar detenidamente, Adrien se alteró al tener sus rostros tan cerca y la azabache podría haber jurado que el gato parecía sonrojado. –Mmm... Me recuerdas a alguien que conozco... Vah, ya decidiré un nombre para ti más tarde.

Como ya era tarde Marinette decidió hacer todas las tareas antes del encuentro para patrullar con Chat Noir, siempre quedaban a la medianoche en la cima de la torre Eiffel. Por desgracia para ella, su nuevo gato no le dejaba hacer nada tranquila, ¿deberes de la escuela? El se ponía encima del libro y le quitaba el lápiz, ¿Ordenar su cuarto? Cuando guardaba o ponía algo en su sitio el gatito lo tiraba por los suelos.

-¡Arg! -gritó desesperada Marinette -¿Me quieres dejar hacer las cosas tranquila? ¡Si es que los gatos sólo dais problemas!

"Mañana me adorarás" -pensó el gato haciendo una pose como triunfante, justo después sus orejas se volvieron hacia atrás y parecía triste –"Es que no quiero que te vayas a patrullar... Si te vas, yo seguiré aquí y no podré ayudarte..."

-Venga Marinette, debes de reconocer que es un gato simpático, ya le cogerás cariño. –Dijo Tikki riendo por las caras que ponía su poseedora cada vez que el interno Adrien le chafaba la oportunidad de terminar algo. Después de las palabras de Tikki, Marinette la miró con cara asesina, a Tikki y al "bicho peludo," como lo apodó ella hasta que tuviera un nombre.

"Yo estoy con Tikki" –Seguía pensando el gatito, -"Soy un amor y llegará un momento en el que no te querrás separar de mí."

El gatito seguía intentando entretenerla, y seguía "diciendo" cosas por si le llegaba a entender la azabache, pero no conseguía nada, ¡Marinette no puede entender a los animales! Llegaron las 23:45 y Marinette después de un largo suspiro por no haber podido acabar nada se transforma para ir al encuentro con Chat Noir en la torre Eiffel a la medianoche.

-No le digas a nadie que soy Ladybug, ¿Eh bicho peludo? –Antes de irse por el tragaluz le dio un golpecito cariñoso con un dedo en la nariz del gatito, Adrien pensaba que podía desmayarse en cualquier momento.

Ladybug se fue y Adrien se quedó solo en la habitación de ella, se puso a dar vueltas por toda la habitación preocupado por lo que pudiera pasar si apareciera un akuma y él no estaba allí con ella siendo Chat Noir, después de dar un par de vueltas solo en la habitación se percató de la gran infinidad de fotos suyas que había por las paredes de la habitación de la azabache.

"Será una admiradora del trabajo de mi padre" –Pensó inocente la bola de pelo negra, o es un ingenuo o directamente es muy tonto.

Suena la medianoche y Adrien empieza a notar como su cuerpo cambia, ya no veía las cosas gigantescas como cuando era gato, ahora era de nuevo Chat Noir, feliz y contento de volver a la normalidad sale por el tragaluz a toda velocidad y se deja la ventana abierta, en cuestión de diez minutos llegó a la cima de la torre Eiffel y se encuentra con una Ladybug impaciente.

-¿Dónde estabas? –Preguntó ella enfadada, de brazos cruzados y moviendo nerviosamente una pierna. -¡Llevo esperándote un buen rato!

-My Lady, si tú supieras qué me ha pasado...

-¡Primero mi nuevo gato no me deja hacer las cosas en paz y ahora tú llegas tarde! –Exclamó ella sin dejar que Chat explicara lo sucedido. -¡Arg! ¡Los gatos me sacáis de quicio!

-Oh, pero my Lady, ¿Tanto me echas de menos en tu vida como civil que has adoptado un gatito para sentirte cerca de mí? –Dijo de forma coqueta Chat.

-Los gatos sólo dais problemas, -Sentenció Ladybug de brazos cruzados. – Es más, yo no lo quería adoptar, fue mi madre la que insistió.

-Parece la vida al revés, la madre que le insiste a la hija en tener un animal... -Dijo Chat Noir haciendo como si no supiera nada, pero en realidad sí que estaba sorprendido. –Yo le llevo pidiendo toda la vida un gato a mi padre, pero siempre me ha dicho que no. Y dime bichito, ¿Cómo es ese gatito?

-Igual que tú, -Respondió de mala gana la azabache. –pesado, inoportuno... incluso es negro y con los ojos verdes.

Chat pensó en dejarlo pasar y mejor no decirle nada de lo sucedido, al fin y al cavo no iba a volver a ver al gatito, si él volvió a la normalidad, ¿Para qué seguir sacando más el tema? Cuando terminaron de patrullar y Ladybug se volvió a su casa, Chat decidió quedarse un rato más yendo por los tejados de las casas de París y pensando los pros y los contras de lo que ocurrió, su lista acabó siendo una cosa así:

Pros:

-Se podía aprovechar que conocía la identidad de Ladybug.

-Intentaría conquistar a Marinette siendo Chat Noir aprovechando el punto anterior.

-... (Se quedó sin más punto en pros)

Contras:

-Si ella se entera de que era el gato que adoptó lo mataría.

-Lo remataría cuando se diera cuenta de que fue él el que no le dejó hacer ninguna tarea.

-Le dejaría de hablar por un buen tiempo.

-Perdería la confianza que se había ganado con ella siendo Chat Noir.

-Lo volvería matar una y mil veces más por no decirle nada.

Y siguió con los contras, consiguió sacar al menos diez contras más, así que definitivamente no le iba a decir nada, ¿para qué pensaba él? Y cuando por fin pensó en volver a su propia casa sonaron las campanadas de las dos en punto de la noche, de nuevo volvió a notar como su cuerpo cambiaba y se hacía más pequeño hasta volver a ser el gato que había sido dos horas antes.

"¡Porras!"

Siendo de nuevo gato corrió dirección a casa de Marinette, siendo gato no tenía ningún otro lugar al que ir. Cuando llegó se encontró con la ventana cerrada y Marinette buscándolo desesperadamente por toda la habitación, él empieza a arañar el cristal para llamar la atención y los ojos azules que lo buscaban se llenaron de felicidad al ver que estaba sano y salvo.

-¡Oh dios mío, has vuelto! –Exclamó Marinette cogiéndolo en brazos para meterlo dentro de casa. –No volveré a dejarme la ventana abierta por la noche, ¡Qué susto que me has dado!

"La ventana en realidad me la dejé yo abierta" –Rió nerviosamente por dentro el gatito. –"¿Pero ves? ¡Sabía yo que no podías vivir sin mí!"

-Creo que ya sé que nombre te voy a poner, pequeña bola de pelo, –Dijo Marinette alzándolo y mirando al gato directamente a los ojos. –Me sacas de mis casillas igual que Chat Noir, eres tan fastidioso como Chat Noir, llegas tarde igual que Chat Noir, tienes el mismo aspecto que Chat Noir si fuera un gato y me preocupas tanto como él, decidido, te vas a llamar Chat Noir.

Chat Noir se sonrojó internamente como un tomate, su Lady le quería tanto que le puso su nombre a su gatito, aunque fuera él el mismo gato, pero significaba que ella pensaba mucho en él y eso le hacía muy feliz.

-Por favor, no te vuelvas a ir. –Dijo finalmente Marinette estrechando a Chat en su pecho, este se petrificó al sentir el pecho de su amada en su pequeño cuerpo, esta vez no había duda, el gato estaba sonrojado y no existía nadie que pudiera decir lo contrario.

"Creo queme va a encantar mi vida de gato doméstico"



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Cia-ciaooooo

El gato de MarinetteWhere stories live. Discover now