Touch my heart Kumiho

Un sueño amargo

Por fin teníamos el libro. Por fin podríamos traer de vuelta a mi querida amiga. Por fin podría enmendar mi error... Ahora solo teníamos que leerlo para saber cómo hacerlo. Casi no podía creer que la respuesta que tanto habíamos buscado por fin la tuviésemos delante. Tras todo lo que hemos pasado es como un sueño hecho realidad, un sueño que creíamos imposible. Cogí el libro pero en seguida Todd me lo arrebató de las manos. Es normal, no debía haber nadie más ansioso de resucitar a Ahrielle que él, así que no le di importancia. Abrió el libro y empezó a balbucear en voz baja, buscando desesperadamente algo sobre el tema que nos cernía, algo que nos pudiese ayudar, pero no encontraba nada y se notaba que se estaba enfadando. A veces era como un niño.

-Todd, ¿Porqué no pruebas a mirar en el índice del libro? Suele estar en la primera o la segunda página.

De repente se empezó a poner rojo y a mirarme mal, como si le hubiese herido con mi sugerencia.

-Solo lo he dicho para tratar de ayudarte, nada más.

-Lo sé. Gracias.

Parecía molesto pero se le notaba nervioso a su vez. Se notaba que estaba tan ansioso de conseguir la información que necesitábamos, tanto que se olvidó de hacer algo tan importante como mirar el índice.

-Creo que he encontrado algo.

Su cara comenzó a ponerse pálida, casi como si alguien le estuviese asfixiando. Ahrielle se acercó a él preocupada. Me miró y ya supe lo que quería que le preguntase.

-¿Qué ocurre Todd?

-Ahora entiendo las palabras de la bibliotecaria...

-¿Qué?

-Nada...

Se quedó en silencio un rato, releyendo una y otra vez la misma página, como si no pudiese creer lo que estaba viendo, como si dudase de que fuese falso. Como si esas palabras que leía fuesen realmente un sueño, uno que no se convertiría en algo real.

-¿Qué ocurre? Llevas un rato ojeando la misma página con cara de muerto, no me digas que... ¿no se la puede resucitar?

-Si se puede...

-Uf, menos mal.

-Pero no es espolvorear polvo de hada y decir palabras mágicas como tú te crees.

-¿Porqué eres ahora sarcástico conmigo? No he dicho nada.

-Pero por tu cara eso era lo que pensabas, ¿verdad? -Me quedé totalmente callada. La verdad es que no tenía ni idea de cómo habría que hacerlo, solo estaba emocionada ante la posibilidad de resucitar a mi amiga. -para poder resucitar a Ahrielle es necesaria la sangre de un Dios, y no solo eso, si no que necesitamos algo equitativo, necesitamos dar algo que valga lo mismo que Ahrielle para traerla de vuelta.

-¿A qué te refieres con algo que valga lo mismo?

-A una vida, Ahryelle.

No sabía que decir. Me quedé exactamente con la misma cara que había puesto Todd apenas unos segundos antes.

-¿Te das cuenta de lo difícil que es conseguir estas cosas?

Lo sabía. Lo sabía pero me daba igual. Haría cualquier cosa para traerla de vuelta. Lo que fuese. Estaba decidida.

-¿Hace falta algo más que esas dos condiciones para traerla de vuelta?

-Tan solo realizar un ritual con las palabras que aparecen aquí, pero eso es fácil. Lo difícil será...

-Entonces genial.

-¿Cómo?

-Que perfecto. Que lo hagamos.

-¿Cómo? ¿es que estás mal de la cabeza? ¿Cómo vamos a conseguir la sangre de un Dios?

-¿No eres tú el mensajero de uno?

-No creo que siga teniendo esa posición después de estar cooperando contigo.

-Eso depende.

-¿Depende?

-Sí, depende. ¿Lo único que necesitas para llegar hasta él es capturarme verdad?

-En sí mi misión consistiría en matarte pero...

-Por lo que he visto, no creo que le importe que me lleves viva ante él, es más, creo que serás el primero que consiga hacer algo así.

-Eso es cierto. Podría funcionar.

-Entonces ya está decidido. Iremos a donde él está y me entregarás a él. Le contarás que solo te acercaste a mí para darle una mejor caza a su presa, para darle la oportunidad de matarme el mismo, eso le encantará.

Esta vez, yo seré el cebo.

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