Capitulo 48

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Narra ______

Septiembre fue el mejor mes de todos, porque la pasé con él. Con mis amigos. Con Shawn, que se fue a la semana después; que se terminó llevando de maravilla con Brad, que hasta intercambiaron números de teléfono para discutir proyectos ecológicos. Mis notas iban subiendo y se iba notando completamente; incluso el director reía cuando nos veía caminando por el pasillo de la mano; però Brad siempre decía que yo seguía siendo la misma y que nada en mi había cambiado. Seguía siendo ruidosa, enojona, desordenada y molestosa, solo que ahora lo tenía a él y me ayudaba a usar la inteligencia que el sabía que tenía pero a pesar de eso yo no lo hacía.

Me hubiera gustado estar tan segura de mi misma como él lo estaba; me hacía verme a mi misma de una manera en la que yo nunca me hubiera visto. Me hacía creer que en realidad era una persona por la que valía la pena el esfuerzo y me sentía completamente querida.

Mamá cada vez se sentía más orgullosa de mi y papá estaba seguro de que era un chico quien había puesto ese cambio en mis calificaciones; y tenía razón. Todas las tardes me preguntaba cuando era que lo iba a llegar a casa, que quedaban nada más dos meses de clases y tenía que mantenerme de esa manera y quería conocer a la persona detrás de todo eso para besarle la frente.

Lo mejor mejor mejor de todo, era que Connor se estaba llevando bien con él. Incluso habían salido al cine los cuatro ¡sin si quiera invitarme o decirme!

Me quedé en la casa de Connor esperando sola hasta las nueve de la noche ya que no había nadie y me comí casi toda la comida del refrigerados. Cuando llegaron los senté en el sillón y casi me dio un infarto cuando vi a Brad con ellos.

- A ver ¿donde estaban?- les pregunté mientras ellos agachaban la cabeza mirando al suelo arrepentidos.

- En el cine- dijeron al unísono.

- ¿no tienen nada que decirme? ¿nada por lo cual arrepentirse?

- Yo me arrepiento de haber pedido un paquete de galletas de chocolate cuando las de frambuesa eran mucho mejor...- musitó Jems y en el instante sintió el golpe de Brad en su brazo. Suspiró arrepetido.

- Lo lamentamos- dijeron al unísono.

- Oh, claro que lo lamentan, son unos malos amigos...- miré a Brad y me callé.

Novio, novio, novio, ¿éramos novios? Nos besábamos, abrazábamos, celábamos, defendíamos, y pasábamos mucho tiempo juntos, pero, OJO, no éramos novios.

Entonces, ¿que éramos? ¿Por qué cada vez que uno estaba a punto de decir la palabra novio delante del otro un silencio incómodo nos acogía a ambos?

No sabíamos como llevar esto del noviazgo o no sabíamos como llevar esto de estar de novios; mucho menos hablar de eso con el otro.

No éramos amigos; ni novios. Era algo especial.

Sin embargo; novios o no, era feliz a su lado igual. Y soñaba con algún día poder seguir juntos en el futuro; ya no me importaba lo que pensaban las personas; solo me importaba lo que pensaba él de mí.

Poco a poco nos contábamos nuestros secretos, y poco a poco íbamos sabiendo más de la vida del otro. Poco a poco los nos íbamos conociendo y cada pequeña cosa que él me dejaba saber me hacía sentir completamente afortunada.

Sus besos. Sus abrazados. Todo. Hacía todo perfecto.

Ese día como todos los otros bajé para ir a casa de Connor. El domingo sería la boda de una de las primas de Brad y todos estábamos invitados a ir ; incluso Shawn, pero sabíamos que no podría venir; así que queríamos aclarar la fecha, y todo eso.

- Mamá, papá, me largo- les grité desde la cocina. Vi el rostro de mi padre aparecer y sabía exactamente lo que me diría.

- ¿Te irás a juntar con ese chico?

- No, iré a casa de Connor,

- Pero él estará allá

- No lo sé, últimamente son muy amigos los cuatro

- Me parece bien- sonrió- ¿cuando lo traerás a casa, para que le conozca?

- No lo sé papá, no somos novios aún.

- ¿Aún? ¡AÚN! Amor, escucha, nuestra pequeña quiere tener novio- y desapareció por la cocina. Mientras me iba escuchaba la risa de mi mamá allí a dentro por alguna broma aburrida que mi papá hizo.

De cierto modo, sus bromas siempre eran aburridas, pero él creía que no, y ella era la única que siempre reía. Cuando le preguntaba que era lo que lo había enamorado, él siempre solía decir que era su risa; siempre lo alegraba, y anhelaba con que un chico algún día hable del amor sobre mi como mi padre hablaba del amor mientras se basaba en ella.

Caminé por la vereda, mirando las nubes, con el mundo entero en mi bolsillo hasta que fui a parar a la casa de Connor.. Mi casa. Nuestra casa. La casa de todos; perder a uno de mis amigos sería como perder una parte de mi corazón que no podrá seguir latiendo.

Introduje la llave en la puerta y entré.

- ¿Donde están?- le pregunte a la Señora Ball. Ella señaló hacía la habitación de Connor un poco divertida, y subí en cuclillas para poder asustarlos.

No hacía ningún ruido; lo hacía cuando pequeña y Shawn siempre solía preguntarme como es que era tan sigilosa. Fácil; las zapatillas hacen ruido. Cuando me las saco, no hago ruido. A menos que la casa tenga pisos de madera.

Me acerqué a la puerta y en esperé el momento adecuado para entrar mientras escuchaba su conversación; y el corazón casi se me sale de donde estaba.

Brad estaba allí; pero últimamente ya no me importaba, era lo que decía.

- Regina es un diez, ya quiero que la conozcas- hablaba- es guapa, es inteligente, y es muy tierna, ¡la amo! Es importante para mi. Dijo y guardaron silencio

- ¿Y que sucede con _____?- pregunto Shawn. Tragué saliva.

- Oh, yo No lo sé, no sé que somos...- dijo él.

- ¿Y Regina?- pregunto Jems de nuevo.

- Oh, ella es excelente, en serio.

- ¿Le dirás a _____?

- Tengo que hacerlo, ¡no puedo romperle el corazón de esa manera!- fue lo último que escuché; no pude más. Era lo que estaba pensando. Mis amigos me habían defraudado, él me había defraudado. 

Believe in magic. (Adaptada) -Brad SimpsonWhere stories live. Discover now