Capítulo 25

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Narra _______:

Mi madre me llamo esa tarde para preguntarme si llegaría a casa antes de las ocho; pues tenía que salir, así que decidí invitar a los chicos a dormir. Mi padre había ido con ella; tenían reunión en el colegio, del centro de alumnos. Tan solo esperaba que les dijeran que había subido mis notas, a pesar de que eso era imposible. Con Brad solo había aprendido que cada vez que sus ojos hacían contacto con la luz del día se volvían más claros de lo que son; se volvían miel.
Ellos intentaban hacerme la ley del hielo; intentaban aparentar que estaban enfadados conmigo. Excepto James. El pensaba que la ley del hielo era la película "Era del hielo" y cada vez que les decía que no les servía la ley del hielo conmigo reclamaba y preguntaba el porqué no me gustaba esa película.
La madre de Connor lo había regañado por perder la llave y le había tenido que dar otra. Connor estaba seguro que la habíamos perdido ese día en el que James nos drogó.
Me puse a pensar en Brad. Nuevamente pensaba en él, no era posible. Era tan tonta. Brad era un chico inteligente; era tierno. Y yo...
¿Como era yo? Para comenzar peleadora. Egolatra. Me gusta que las cosas se hagan a mi manera. Soltera; no porque no quiera, si no porque nadie se acerca a mi. Pesada. Malhumorada.
¿Que bueno podría encontrar en mi? Bueno... Podía hacer reír a algunas personas. O me decían que era guapa, ¿Era eso bueno? Fruncí el ceño. No podía ver algo bueno en mi; de un minuto para otro mi ego se lo habían tragado, y no había sido por haberle pedido disculpas a Brad, lo cual admito me costó todo el camino a casa.
Pero, de alguna manera, yo siempre había tenido todo en la palma de mi mano, sin pedirlo, sin darme cuenta. Hacía que las personas tiemblarab en mi presencia y había creado una imagen de la cual hasta yo misma envidiaría si no fuera mía, pero el problema era que las personas no veían detrás de esa mascara que llevaba puesta. Yo siempre era la chica mala. Los únicos con los que podía mostrarme como realmente era, siempre fueron mis tres mejores amigos; aunque sea con un pijama entero de color celeste donde parezco un teletubbie.. Y Brad; pero con el; me mostraba como no era con mis amigos; ni con nadie. Es como si hubiera una manera especial de ser con él. Me daban ganas de pelearme; pero solo porque era bonito verlo enfadado, y no porque tenga rabia dentro de mi, sino por nada.
Soy un desastre; uno de esos que empeoran, que se desordenan. Soy el desastre que escondes debajo de tu cama cuando ordenas tu cuarto. La clase de desastre que puede ser tan usado como desechado. Y mientras más grande el desastre; más grande la cantidad de personas que piensan que es divertido; patéticos.
- ¿En que piensas?- me preguntó James entrando a la cocina mientras yo cocinaba palomitas y ellos veían una película. Miré su pijama, y luego negué con la cabeza.
- En nada- sonreí echando el paquete. Se recostó en la mesa con las manos hacía atrás y me miró levantando las cejas.
- No soy tan tonto como todo el mundo cree ¿Sabes? me doy cuenta de las cosas- frunció el ceño mientras tomaba un pedazo de pan y le echaba mermelada. Lo miré de reojo tapando la olla y luego me di completamente la vuelta para centrar toda mi atención en él.
- ¿En serio?- le pregunté - ¿Te has dado cuenta de que uno más uno es dos?
- Eso nunca ha hecho gracia- dijo a la defensiva y luego cogio asiento en una silla- Pero me doy cuenta de lo mucho que miras a Brad últimamente- levantó ambas cejas. Reí nerviosa y sentí como la sangre me subía a las mejillas; me di la vuelta a la olla nuevamente mientras revisaba la olla para evitar su pregunta. Sin embargo; James tenía razón, en el fondo. Bien en el fondo. No era tan tonto como el mundo creía que era; a pesar de que demuestre siempre lo contrario. Simplemente no sabía donde se encontraba la mayoría del tiempo y no sabía distinguir entre nada ni nadie; pero James siempre ha sido muy independiente- Se que no quieres contestar porque tengo razón...
- Basta James- lo interrumpí escuchando el ruido de las palomitas reventarse.- no miro a Brad de ninguna manera, ¿Vale? es mi tutor nada másm
- ¿Y que sea tu tutor significa que es intocable?- alzó una ceja.
- No, pero no me gusta.
- Nunca dije eso- me miró. Di la vuelta; mis mejillas no podían delatar más mi nerviosismo. Le eché una mirada de reojo a mis dos amigos en el sillón y luego volví a fijar la mirada en James.
- No dije que lo hicieras...
- Tampoco lo negaste mucho- tomó otro pedazo de pan y se lo echó a la boca; esta vez sin mermelada. Apostaba a que ni siquiera se había dado cuenta de que estaba comiendo pan.
- Será mejor que vayas, llevaré las palomitas enseguida...
- A mi no me mientes, te conozco desde que somos pequeños querida _____
- Bien, querido James, ¿En que, según tú, te miento?
- Sientes algo por ese, has estado a punto de besarle hoy, no lo niegues, los chicos me lo han dicho...
- ¿Que?- pregunté confundida. Apuesto a que ni siquiera se había dado cuenta de lo que había ocurrido.
- Si, que no lo haya visto, no significa que no crea a los chicos- frunció el ceño, ¿No era tan tonto como las personas creían? Vale, era mi amigo, no debía decirle eso, pero.. ¿En serio? Negué con la cabeza, Dios mío, ¡El estaba allí! Y no había estado a punto de besarlo, ¡Maldición! solamente me había acercado a él.
- Eres un imbécil James.
- Lo se- se encogió de hombros mientras caminaba hacía la puerta- Pero este imbécil ya sabe algo que los otros dos imbéciles no saben- guiñó un ojo desapareciendo por completo. Maldije al cielo y luego saqué las palomitas con cuidado; sin prestar atención a nada realmente.
Las cosas poco a poco se nublaban en mi mente...

Believe in magic. (Adaptada) -Brad SimpsonWhere stories live. Discover now