Capitulo 7

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- Pareces saber mucho sobre mí. - Dije, haciendo la subestimación del año - Más de lo que deberías. Pareces saber exactamente qué decir para ponerme incómoda.

- Me lo pones fácil.

Se disparó una chispa de furia en mi interior.

- ¿Admites que estás haciendo esto a propósito?

- ¿Esto?

 - Esto. Provocarme.

 - Di “provocar” otra vez. Tu boca se ve provocadora cuando lo haces.

- Hemos terminado. Termina tu partida de billar. - Agarré su palo de billar de la mesa y lo empujé hacia él. No lo cogió.

- No me gusta sentarme a tu lado. - Dije - No me gusta ser tu compañera. No me gusta tu sonrisa condescendiente. - Mi mandíbula se apretó, algo que normalmente pasaba solo cuando mentía.

Me pregunté si estaba mintiendo ahora. Si era así, quería pegarme una patada

- No me gustas tú. - Dije tan convincentemente como pude, y empujé con fuerza el palo contra su pecho.

- Me alegro de que el Entrenador nos pusiera juntos. - Dijo.

Detecté una levísima ironía en la palabra “Entrenador”, pero no pude interpretar ningún significado oculto. Esta vez sí cogió el palo de billar.

 - Estoy trabajando para cambiar eso. - Repliqué.

Niall pensaba que esto era tan gracioso que enseñó los dientes en la sonrisa. Alzó la mano hacia mí, y antes de que pudiera apartarme, desenredó algo de entre mi pelo.

- Un papel. - Explicó, dejándolo caer al suelo.

Al alzar la mano, vi una marca en la cara interna de su muñeca. Al principio asumí que era un tatuaje, pero un segundo vistazo reveló una marca de nacimiento marrón rojiza, algo levantada. Era de la forma de una salpicadura de pintura.

- Ése es un desafortunado sitio para una marca de nacimiento. - Dije, más que un poco molesta de que estuviera en un lugar tan similar al de mi propia marca. Niall se bajó la manga casual pero perceptiblemente sobre la muñeca.

- ¿La preferirías en algún lugar más privado?

- No la preferiría en ningún sitio. - No estaba segura de cómo sonaba esto y lo volví a intentar - No me importaría si no la tuvieras en absoluto. - Lo intenté por tercera vez - No me importa tu marca de nacimiento, punto.

- ¿Alguna pregunta más? - Preguntó - ¿Comentarios?

- No.

 - Entonces, te veré en Bio.

Pensé en decirle que nunca me volvería a ver.

Pero no iba a tragarme mis palabras dos veces en un día.

El beso del angelWhere stories live. Discover now