The Last Of Us: Mi Historia

Capítulo 19: Ruinas

–Así de fácil–

–Sí–

–No van a.... a hacer nada–

–No, no somos como los demás–

En un momento Jenny me llama aparte para poder hablar.

–No creo que sea buena idea tenerla aquí–

–No desconfíes tan fácil–

–Casi te mata, bueno... me, pero tú me salvaste–

–Sí, lo sé, igual no hay de que–

–Además ella es mayor que nosotros–

–En este mundo tenemos que ser prevenidos, pero a veces solo debemos confiar–

–Solo espero que no pase nada malo–

–Vendrá el momento en que ella haga algo que sea favorable–

–Ya veremos–

Cuando volvimos al "comedor" estaba Haley hablando con Kaira, al parecer ella conocía algo de esto, teniendo en cuenta su edad no gozo de lo que era antes.

–Es hora de irnos a dormir, es tarde y no demora en llegar algún chasqueador a molestar–

Uno de nuestros verdaderos problemas es lograr dormir sin la sensación que Haley nos vaya a matar a todos, por lo tanto la dejamos en el cuarto de arriba, mientras las dos chicas duermen en los cuartos de abajo, yo me quedo durmiendo en la sala, pero en realidad vamos a alternar guardia con Jenny a las 4 de la mañana.

Yo lleve algunas cosas a la sala para poder distraerme mientras son las 4 de la mañana, ya que no me puedo quedar de pie toda la noche mirando la ventana con la escopeta al hombro.

Las luces se apagan y la única luz que logra entrar por las cortinas es la luz de la luna, dando muy poca visibilidad a la casa, por ahora ojeo un comic que había en la casa, según vi habían como 3 números, el comic era Savage Starlight, en su época eran buenos.

––––

Ha pasado 2 horas, todavía me queda tiempo y los comics se acabaron, no tengo ni idea que podre hacer.

En el momento escucho unos pasos en las escaleras, preparo la escopeta y me acerco al mismo tiempo.

– ¿Por qué estas bajando?–

–No tengo sueño–

– ¿Y hasta ahora bajas?–

– ¿Qué tiene eso de malo? He estado dando vueltas durante 2 horas–

–Está bien, ponte cómoda–

Haley avanzo hasta la sala y se sentó en uno de los viejos sillones.

–Bueno, para entrar en confianza rápido, hablemos de ti–

– ¿Por qué tanto afán?–

–Simple, si quieres seguir viva tendremos que confiar en ti–

–Está bien–

– ¿En dónde naciste?–

–No sé, tengo 21 años, así que para empezar es un milagro que este con vida–

–No hay problema, pero ¿En dónde creciste?–

–Un pequeño grupo de refugiados, no en una zona de cuarentena, era algo al aire libre–

– ¿Qué paso con todas esas personas?–

–Nos dispersamos gracias a un ataque de infectados, afortunadamente mis padres sobrevivieron–