"Sabes... he pensado en que debemos de hacer una promesa." dijo Lluvia mientras veía a Sabrina a los ojos. La segunda parecía que estaba perdida en su propio mundo.
"¿Sí? ¿Qué promesa?" le respondió la chica inexpresiva.
"Que no nos matemos. Puede que algún día acordemos hacer un suicidio doble, pero estoy hablando sobre ahora."
"Por mí está bien, pero no sé si puedo durar más tiempo libre... He estado pensando en que dentro de poco cometa suicidio."
"¡Qué?!" exclamó Lluvia. "¡Por favor no me dejes sola!"
Sabrina dejó escapar una pequeña risa y dijo: "Al parecer sí te importo. Me alegro." Ella dijo una mentira más. "Además, dije que tal vez, aún no estoy totalmente segura."
"Ojalá y no estés segura. Si te mueres ya no tendré a alguien que me entienda o que sufra al igual que yo."
"Ya tranquila... Prometo que no moriré dentro de poco." Decidió la chica que ahora salió de su mundo de fantasías.
"Me alegro." Dijo aliviada Lluvia. "También, hazme el favor de que te dejes de hacer heridas profundas."
"No."
Toda iba perfecta, ellas aún se tenían. Lo triste es que ambas dijeron mentiras.
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Cartas de una incomprendida
Teen FictionSabrina Reed no es una chica cualquiera. No es nada especial, solo es... una chica. Solamente es una chica con depresión. Muy normal, ¿no? Cansada de estar sola, empieza a escribir cartas en un cuaderno suyo dirigidas a ninguna persona... tal vez di...
