10 de febrero, 2015
Aún tengo la esperanza...
Le preguntaré a mi hermano si puede presentarme a alguien. No me importa si me presenta a un chico o a una chica. Sólo me importa que sea un ser humano. Ya no quiero estar sola.
Ya no lo soporto.
Me fastidio de estar sola. Me aburre estar sola. Me cansé de estar sola. He pensado en suicidarme. Pero no me rendire tan fácilmente.
Todos los días cuando despierto pienso ''matenme. No preguntes. Solo hazlo...'' Sólo no quiero volver a ver la luz del día. De hecho, no me importaría si me obligarán a quedarme unos años (o toda mi vida) en una especie de cárcel subterránea.
Cuando despierto, estoy sola. Toda la tranquilidad me rodea. Luego empiezo a pensar en las pequeñas cosas de la vida que nos hacen llorar. La verdad, no cambiaría ni una.
También empiezo a pensar en las cosas que quiero olvidar. Mi pasado. No es nada penoso. Sólo recuerdo cuando era feliz. Cuando no me preocupaba por mi futuro. Nunca pensé que llegara a ser como soy ahora: una adolescente antisocial y posiblemente suicida.
Tengo una idea.
Lo haré.
No se si está sea la última nota.
No lo será. Al final, el miedo me controlará. Aún así lo intentaré.
Hasta luego...
- Sabrina Reed
ESTÁS LEYENDO
Cartas de una incomprendida
Teen FictionSabrina Reed no es una chica cualquiera. No es nada especial, solo es... una chica. Solamente es una chica con depresión. Muy normal, ¿no? Cansada de estar sola, empieza a escribir cartas en un cuaderno suyo dirigidas a ninguna persona... tal vez di...