Capitulo-5 Pobre ingenua.

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Aquel 14 de Febrero marcaría una parte de mi vida.
Ese día iba convencida de asistir a una animal party que daban en la ciudad, pero todos mis planes se fueron al garete cuando recibí un mensaje suyo.
-Holita enana, esta tarde estas libre? Quiero verte.

Sin dudarlo mandé a la mierda a mis amigos y me metí en el metro, tenia tantas ganas de abrazarlo que las paradas se me hacían eternas.
Llegué a su pueblo, y el me estaba esperando ahí, con una camisa a cuadros y su estúpida sonrisa que por aquel entonces me parecía de lo mas dulce.

Entramos a su casa y el estaba un poco raro, aun que no le di importancia, me preguntó que película quería ver hoy, contesté indiferente.

Al final acabamos viendo Rec, lo tengo tan presente.

Estábamos los dos en su cama a oscuras, me sentía bien...
Parecía que esta vez sus intenciones no eran muy inocentes, el sabia como ponerme cachonda muy fácilmente, así que sin dudarlo empezó con jueguecitos de dedos y así.

Bajó y para mi sorpresa, la excitación que sentí fue indescriptible... Me estremecía de placer mientras el jugaba con mis sensaciones.
En un momento dado, subió y me miró a los ojos, yo le sonreí, agarró la manta y la levantó por encima de el, a lo que yo le pregunté:
-¿Que pasa? ¿Tienes complejo de Batman o que?
Ahí fue cuando sentí como si me hubieran rellenado por dentro, hice un sonido que hasta la fecha no he podido recrear, una mezcla entre un pato de goma y un cachorrito llorando.
El me preguntó si estaba bien, si queria que parara, a lo que yo asentí.

El día anterior me habia pasado una canción que se me olvidó escuchar, la puso.
Matemática de la carne -Rayden-

Cada vez que escucho esa canción no puedo evitar sentir toda clase de emociones fuertes, una detrás de otra.

Mientras sonaba esa canción nosotros seguimos con lo nuestro, y así fue como mi virginidad se desvaneció entre los versos de aquella canción.

Al volver a la ciudad sentía como la gente me miraba y se que era algo psicológico, pero sentía como si supieran lo que había hecho.

No Soy Una PutaWhere stories live. Discover now