Gas pimienta

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Cuando regresó me obligó a tener sexo con él, enseñándole como me "gustaba" que me tocara.

-Y por último... -Dije sentada a horcajadas sobre él -No me lamas... Ya sabes... Ahí abajo...

-¿Qué? ¿Por qué?

-No me gusta, me da asco.

Sonrió -Déjame decirte que...

-No,no,no, calla -Lo empujé y me quité de encima. -No quiero que me digas... Lo que me fueras a decir -Dije tratando de evitar las náuseas que sentía por el asco de imaginarme lo que estaba por decirme.

-Bien -Dijo riendo un poco y se empezó a vestir.

-¿Puedo bañarme?

Asintió. Sacó sus llaves del bolsillo trasero y liberó mi tobillo. Me dirigí al baño y cerré la puerta.

Me enjuagué rápido el cuerpo tratando de quitarme la sensación de sus dedos deslizándose por cada parte de mi piel.

Me puse una blusa amarilla sobre el brassier negro y un short.

Me sequé el cabello y salí del baño cepillándolo. Cuando llegué a la cama (en donde Chris estaba acostado del lado de Jake) tiré el cepillo "accidentalmente" en la orilla de la cama. Me puse de rodillas y metí la mano debajo de la cama buscando el gas pimienta. Lo encontré, estaba casi en el centro así que casi me metía por completo debajo de la cama. Me incorporé y me senté en la cama dandole la espalda para que no viera la pequeña lata.

Christian, sin decir nada, rodeó la cama para amarrar mi tobillo de nuevo. En cuanto se puso de cuclillas rocié el gas sobre su rostro, giré mi cabeza hacía un lado, cerré los ojos y dejé de respirar.

En cuanto empezó a gritar me puse de pie y corrí hacía la puerta. Lo escuché toser mientras se quejaba antes de salir de la habitación.

Lo primero que vi al bajar las escaleras fue el teléfono. Lo tomé y llamé a emergencias.

-Emergencias ¿En qué te puedo ayudar?

Pero en cuanto abrí la boca para hablar escuché como se cortó la llamada.

-¿Hola? ¿HOLA? -Pegué la bocina a mis labios esperando escuchar algo del otro lado del teléfono. Nada.

Giré mi cabeza buscando el problema, y lo encontré. Frente a la cocina se encontraba Christian, con los ojos extremadamente rojos y con un cable en la mano. El cable del teléfono. Lo había desconectado.

En una fracción de segundo pensé en lo que podía hacer y las probabilidades de que me salieran bien.

1- Si bajaba al sótano a rescatar a Jake no lograría nada, ya que probablemente Christian me alcanzaría antes de lograr acercarme a él.

2- Había pequeñas probabilidades de luchar con Christian, ya que estaba tosiendo y sus ojos le ardían, podría entrar a la cocina y tomar un cuchillo, pero si no lo hacía Christian podría golpearme. Ganarme.

3- Tal vez, solo tal vez, si corría hasta la casa de los vecinos sin que Christian lograra atraparme, me encerraba ahí (ya que nunca cerraban con llave las puertas, pues aquel lugar era extremadamente seguro) podría llamar a emergencias. Si, Christian entraría por mí antes de que la policía llegara pero al menos lo harían y lo arrestarían.

Así pues, corrí directamente a la puerta, le quité el seguro lo más rápido posible y salí de la casa. Atravesé todo el patio y puse mis manos sobre la pequeña barda de madera para agarrar impulso y poder saltarla, pero sentí unas manos tomarme por la cintura y lanzarme lejos.

Secuestrada por el pasado #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora