Secuestrada por el pasado #3

"Lo siento"

-¿Qué? -Pregunté horrorizada sin poder creer lo que acababa de escuchar.

Se puso de pie y fue al baño, abrió el botiquín que estaba detrás del espejo y empezó a mover todo con rapidez. Miré mis tobillos y me di cuenta de que no estaba amarrada. Me arrastré con el trasero hacia el otro lado de la cama. Omitiendo gritos logré bajar mis dos piernas. Puse una mano en la mesita de noche.

Esto dolerá como el infierno...

Me recargué en la mesita y me puse de pie. En cuanto puse un poco de peso en mi pierna derecha un dolor agudo recorrió todo mi cuerpo. La moví para dar un paso pero en cuanto pasé mi peso mi vista se nubló y caí al suelo.

-¡Lorena! -Corrió hacia mí y me cargó. Me moví un poco procurando no poner fuerza en mi pierna derecha -Quédate quieta -Me recostó de nuevo en la cama -No quería tener que coserla, pero la abriste más...

-No -Lloré-No me vas a coser nada.

-¡Tengo que hacerlo! ¡Te puedes desangrar!

-¡Entonces llévame a un jodido hospital! -Solté.

-¡Sabes que no puedo! ¡Lo haría si pudiera confiar en ti!

-¡Puedes! -Grité -¡Sólo has que pare esto!

-Lo haré -Fue al baño y dejó las cosas en la cama. Vi que sostenía una jeringa con el líquido amarillento que reconocí al instante.

-No... -Me miró extrañado -No me inyectes eso -Tragué saliva -Por favor.

-Pero... Te va a doler si no lo hago.

-No importa, solo... No me vuelvas a meter eso en el cuerpo.

-Si, ok...

-¡Prometeme que no me volverás a inyectar esa estúpida droga o lo que sea!

-¡No hay tiempo para eso! -Empezó a mover todo lo que había dejado en la cama.

-¡Prometelo!

- ¡Lo prometo!-Me limpié las lágrimas. Movió mis piernas con cuidado haciendo que mi trasero quedara a la orilla de la cama y su cadera entre mis piernas abiertas. -Tal vez... Quieras morder la sábana...

Sin pensarlo dos veces me metí un pedazo de sábana a la boca. Lo miré. Estaba abriendo una botella de alcohol. Abrí los ojos de golpe.

-¡MIERDA! -Grité sin poder evitarlo en cuanto el líquido tocó mi herida-¡PARA! ¡DETENTE!

-¡Muerde la sábana! -Ordenó.

-¡Lorena!

-¡Jake!

-¿Qué está pasando?

Ahogué un grito -¡Tranquilo! ¡Estoy bien! -Voltee a ver a Christian, la aguja en forma de media luna ya iba a la mitad de la herida.

-Sigue hablando con él -Me dijo Chris.

-¡Jake! -Ahogué otro grito -¡Te amo!

-¡Yo también te amo, mi vida! ¡Nos vamos a casar! ¡Es una promesa!

-¡Maldición! -Grité limpiando mis lágrimas. -¡Para ya! -le supliqué a Christian.

-Tranquila, ya casi termino.

-¿Amor? -Preguntó Jake preocupado.

-¿Qué pasa?

-¡Saldremos de esta! -Me prometió.

Ya no sabía si lloraba por el dolor o por lo que Jake me estaba diciendo.

-¡Te amo!

-¡Yo también te amo!