u n o.

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Había pasado casi dos semanas desde el incidente de la lencería y aunque el idiota seguía molestándome como siempre, me aseguraba de dejar mi puerta cerrada y con llave cada vez que salía de casa después de insistirle a mamá sobre cambiar la cerradura de mi puerta.

Con TaeHyung, nunca se estaba demasiado preparada.

Intentaba concentrarme en lo que tenía que hacer, mis exámenes finales en el instituto y vivir como una persona normal pese a tener la peste de ese fisgón pervertido instalada en mi casa. Siempre estaba ahí, técnicamente vivía con nosotras y no sabía cómo ignorarlo porque parecía querer tomar el rol paternal (al menos cuando no bebía) en la familia.

¿Lo peor de todo eso? Mamá lo quería más que a mi.

Amaba los fines de semana. Era momento para estar libre de cualquier ser humano molesto, mamá trabajaba durante la tarde y la noche y mi hermana se iba de fiesta con su tonto novio, no llegaba hasta el domingo.

Taehyung iba a provocarme vejez prematura, así que amaba los viernes y sábados, eran MI tiempo de sanación. Podía decidir si quedarme en casa o pasarlos con mis amigos, lo más lejos de mi hermana posible, no me malinterpreten, la amaba, la amo y la amaré pero cuando aparecía con su grupo de amigos, me asfixiaba. No solo tenía que soportar al fisgón sino que también a SEIS MÁS, que si bien no eran molestos, tenían tanta energía que solo quería esconderme en mi cuarto para evitar verlos. 

Esa noche de sábado decidí quedarme en casa pues no me sentía especialmente animada y el turno de mamá era largo por su profesión de enfermera, sabía que me iba a quedar sola por la noche. Me quedé viendo una serie, Game Of Thrones y me obsesioné, todo ese día sábado lo pase acurrucada en el sofá sufriendo por la triste vida de los Starks.

―Mamá, tengo hambre. ― Le hablé a la nada sin despegar la vista de la televisión, Joffrey moriría y yo me sentía totalmente emocionada por eso. O al menos eso esperaba cada capítulo, ese maldito niño me tenía harta. Mamá estaba en el segundo piso pero un '¿Qué?' resonó en la casa silenciosa. ― ¡Dije que tengo hambre!.― Repetí, más alto esa vez.

―¡Pues, prepárate algo!

Sabía que respondería algo así. Si TaeHyung o MinHa le hubieran gritado lo mismo que yo, definitivamente iban a recibir un delicioso plato. Conmigo, todo era diferente.

Nunca me expliqué por qué tenía esa especie de fijación con volverme independiente. Supongo que el hecho de que mi hermana trabajase para apoyarnos financieramente le hacía sentir culpable pero al mismo tiempo la afectada era yo porque debía ocuparme casi por mi misma de la casa.

Suspiré , le puse pausa a la serie y fui a la cocina, busqué ,busqué y busqué en las gavetas , rincones y refrigerador. Nada. Es decir, sí encontré cosas comestibles pero no lo que buscaba: Basura. Si ves una serie o película sí o sí necesitas comida chatarra para disfrutarla de verdad.

― ¡Mamáaaa, mi comida desapareció!.―Cerré la gaveta, haciendo más ruido del necesario.―Alguien se la comió, ¿Por qué siempre hacen eso? ¡Estoy harta de ellos!

Cada día de la semana tenían reuniones en casa, después de que MinHa saliera de trabajar. Eran como los siente enanos que seguían a blancanieves a todos los sitios posibles y comían en casa, no solo tenía que lavar los trastes que dejaba ese ejercito, tenia que ordenar el desastre que dejaban. 

Y luego me preguntaban por qué era tan desagradable con ellos. ¡No les costaba nada ayudarme a recoger! Bueno,  si era justa, SeokJin y Jimin  se quedaron hasta más tarde para ayudarme en algunas ocasiones (en donde el desorden me había hecho llorar un poco). Supongo que por eso a mamá no le molestaba que se reunieran en nuestro hogar, ella no era la que limpiaba luego.

Dorkable.| Kim TaeHyung;BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora