d o c e.

32.1K 2.4K 2.1K
                                    



Cuando sonó el timbre esa tarde y me dirigí a la entrada, no me esperaba verlo parado ahí ni mucho menos tan enojado. 

― ¿Qué fue lo que le hiciste?.―Parpadeé con incredulidad por la actitud e intromisión del pelirrojo a mi casa, entró sin inmutarse después de cerrar la puerta tras de sí. Era bastante intimidante a pesar de no ser tan alto. ―Jiyoon, más te vale que me des una respuesta y una muy buena porque no estoy de humor para tonterías.― Advirtió, no entendía el por qué de su actitud, ni siquiera me había saludado y  no sólo estaba enfadado conmigo, parecía cansado de vivir por esas marcas oscuras bajo sus ojos y aquella palidez extrema que portaba, considerando que hacía algo de calor. 

― Hey, Suga, qué gusto verte hoy.―Usé un tono sarcástico y él chasqueó la lengua, con las manos escondidas dentro del bolsillo de su sudadera oscura.―Vamos al salón, podemos pelear tranquilos ahí.―Imité los movimientos de un boxeador pero siguió viéndome como si hubiese cometido el peor crimen.

― No te hagas la graciosa, sabes por qué estoy aquí.

Min Yoongi aparecía en mi casa sin avisar y encima no se explicaba, típico de él, su poca paciencia se evidenciaba en esa expresión de muñeco-chucky enfurruñado, una vez se puso las pantuflas me siguió al salón. Me reí al imaginarlo con una cuchilla y con una jardinera de mezclilla como el muñeco diabólico de la película horrorosa que recordaba a la perfección , traumas de infancia, ustedes saben.

―Okay, no te entiendo así que bájale a las revoluciones, amigo. ―Cerró los ojos y respiró hondo mientras que yo apagué la televisión ya que el asunto parecía ser serio. ―Y ahora, explícate.

― ¿No sabes por qué estoy aquí? ―Negué, no me imaginaba una razón. Apenas si lo veía en la universidad  porque mientras yo intentaba esconderme del resto de sus amigos, al menos no les decía dónde estaba escondida. ―¿Quieres que te lo explique con dibujitos también y te cante una canción sobre lo malo que es dañar a las personas?.―Un Suga sarcástico sí que daba miedo.

― Es que no entiendo nada, ¿De qué demonios estás hablando?.―Lo interrumpí, igualando su tono alto. Estaba regañándome, claramente pero no entendía por qué rayos lo hacía. Solo tenía una posible respuesta pero...

― Estoy hablando del demonio en persona , por supuesto. ―Gruñó, masajeando su cien, como si tuviese dolor en la zona. ―Yo entiendo que te moleste que sea como un mosquito, a mi también me molesta, ¡Mucho! A veces quiero arrancarle la lengua, en serio, porque es tan jodidamente irritante... ― Hizo una pausa, respirando hondo porque había subido su tono de voz al hablar. ―Puede ser una maldita molestia, lo sé...pero eso no te da derecho a romperle el corazón.

Sup. Hablábamos de eso y no podía creer que hablara en serio. Sabía que había sido algo dura con TaeHyung, que tal vez no podía expresarme correctamente cuando lo tenía cerca y terminaba soltando nada más un diez por ciento de todo lo que quería decirle pero...yo de verdad no quería hacerle daño, joder. Podía detestarlo infinitamente pero no me gustaba lidiar con eso de los corazones rotos y romper uno tampoco estaba en mis planes.

―¿R-romper...qué quieres decir?

―Sí, romperle el corazón. ― No sé qué era peor, la forma seria en la que me hablaba o la mirada acusadora que estaba recibiendo.―Le hiciste daño, Jiyoon.

― Yo no le he...

―Ni se te ocurra terminar esa frase que he sido yo el que ha tenido que aguantar sus lloriqueos mientras bebe leche. ―Me cortó, apuntándome con el dedo índice. ―Sí, leche, ¡Eso no debería hacerlo actuar como si estuviese ebrio! No tiene sentido, es leche, solo leche.―¡Pero eso no era mi culpa! Yo solo le había pedido que dejase de hablar porque no quería saber de sus bobas conclusiones, nada más. ―Y de chocolate.―Agregó, frustrado y supongo que lo entendía.

Dorkable.| Kim TaeHyung;BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora