cuarenta.

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Mis ojos se aguaron al ver a D,  enfrente mio. Dejando caer mi arma por la felicidad que inundó mi cuerpo; me dedique a observar su rostro —que en su momento—podía apreciar cada mañana cuando abría mis ojos, por el cual soñé demasiadas veces. Sin embargo el ya no era el mismo, ahora en su rostro poseía una quemadura. A pesar de que se le notaba impresionado como yo, mantuvo su agarre firme en su arma.

—¿Que estas haciendo, D? Soy yo sabes que jamás te haría daño, baja el arma —aclare alzando mis manos lentamente

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—¿Que estas haciendo, D? Soy yo sabes que jamás te haría daño, baja el arma —aclare alzando mis manos lentamente.

—¿Estas con ellos, no es así—cuestionó con notable rabia en sus palabras—Estas con los salvajes que atacaron nuestro hogar.


—¿Estas con los salvadores?


En respuesta solo hubo un terrible silencio, guarde silencio un momento; el no era Dwight del que me enamore, alguna vez, en el pasado, ahora me esta apuntando a la cabeza.


Dispuesto a matarme.


—¿Sabes lo que le hizo Negan a un niño de no más de 16 años? ¡Lo mato delante de su madre!—ataque con notable desesperación en mi voz.


—Ahora este es el nuevo mundo y Negan es él que lo domina —aclaro encogiéndose de hombros.


Trague saliva al ver que no tenia intenciones de bajar el arma. Cerré los ojos si el antiguo D aun vive en él, bajara el arma.


—Tráelo —fruncí mi ceño, cuando abrí los ojos, D ahora estaba acompañado de alguien.

—¿Eugene? —pregunte

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—¿Eugene? —pregunte.

Se le notaba asustado a simple vista, un hombre de tez morena acercándose a mi, tomó de manera brusca mis manos a la par que las ataba y llevándome a lado de Eugene, Dwight enfundando su arma, me tomo de las muñecas para obligarme a caminar.


—Por favor D, sabes que jamás te dañaría—asegure desesperada—D, por favor, necesito que seas el de antes.



—Todos cambiamos con este mundo y si no quieres cambiar, mueres. Ya no soy el de antes.



—No hagas esto, por favor—volví a suplicar, una parte de mí me decía que Dwight se detendría, sin embargo —una muy grande— me aseguraba que no lo haría.



—Todo ira bien—asegura sobre mi oído en un susurro provocando que una corriente eléctrica erizara por completo mi piel—ya verás de que lado estoy.



En menos de un segundo, todo se volvió negro.










no odien a mi bebé. <3

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