承诺一个

treinta y siete.

"Cuando un amigo se va... Se lleva una parte de nosotros, algo que no vuelve.... Jamás"

—Mantendremos a Jesús en la oscuridad, junto con Tara y Gabriel; Ruben, Miguel y Venus entraran por la parte trasera del lugar —indico Rick mientras que nos bajábamos del remolque — Carol y Maggie se quedaran aquí para cubrirnos si algo sale mal ¿Todos entendieron?
—asentimos— Tenemos la cabeza de Gregory, eso quieren ellos ¿no? —se dirigió a Oscar, este asintió — Les daremos lo que quieren.

—Ten cuidado —susurro Paul a mi oído; sonreí y bese cortamente sus labios.

—Igual tu —pido en sus labios.

Rick nos dios una señal con la quijada, empezando a caminar hacia el refugio de los salvadores. Caminaba a la par de Mangel y Rubius.

—Veo algo verde —comenta Rubén.

—¿Árbol?—contesta Mangel.

—¡Joder Tío, que eres bueno en este juego —exclama Rubén con evidente emoción en su voz, haciendo que riera.

Nos escondimos atrás de un árbol, Oscar indico que nos adentráramos cuando los salvadores encendieran las luces.

—Hey Lucker —me llamo Rubén— ¿Recuerdas aquella vez que me regalaste el juego original de Mario Bross autografeado por el creador? .

Fruncí mi ceño un poco confundida.

—Si, el que a la semana lo perdiste, y jamás lo volvimos a ver —conteste en susurros.

—No lo perdí, lo vendí cuando tu banda favorita vino, no tenias dinero para comprar el boleto ya que habías gastado todo el dinero en el juego de Mario—confesó —pero me pareció mejor idea venderlo para hacer algo juntos.

Sonrei, y estaba apuntó de contestar pero las luces se encendieron indicándonos que debíamos movernos ya.

—Sigan, Sigan —nos indico Mangel.

—Ya estamos cerca, veo la entrada que dijo Oscar— añadió Ruben

—Espera veo una sombra—agrego yo

—Esta despejado —contesta Mangel cuando azoma lentamente su cabeza, sin mas nos adentramos por primera vez en aquel lugar.

Todo estaba oscuro, unas luces recién alumbraban el lugar haciendo que alrededor nuestro solo se vieran nuestras sombras.

—¿Oyen eso? —pregunto Ruben apuntando hacia enfrente.

—Son pasos —susurre; antes de poder decir otra cosa una alarma resuena en el lugar encendiendo ahora luces rojas.—¡Corran, corran, busquen la armería!

Sin vacilar los tres empezamos a correr al compás de que se escuchaban disparos. De una puerta salieron tres hombres que claramente era salvadores.

Uno se acerco aventándome hacia la pared haciendo que tirara mi arma por accidente, sentí como su rodilla estampó contra mi estomago provocando un gemido de dolor.

En un momento ya no lo sentí, Rubén había disparado.

—¿Estas bien?—pregunto, asenti levantándome tocando mi abdomen entre quejidos.

—Rick ya ha matado algunos, esta en el piso de abajo junto con Beth, y Jesús—añade Mangel quitándole de los cuerpos de los salvadores sus armas.

Al dar un paso enfrente un disparo resuena en el pasillo.

El mismo hombre que Rubén le había disparado tenia un arma entre sus manos en alto.

Un cuerpo cae a lado mio.

—¡Rubén!

ay mi rubiuh.