|Restoring My Soul|

11. Saleen S7

Después de terminar la llamada, y tener en mente ese pensamiento tan poco peculiar para no decir extraño, me encamine rumbo a mi habitación, tenía que cambiarme de ropa, para ponerme mi "uniforme" si así podía llamarle.

Ya me encontraba en el segundo piso de la casa, estaba en frente de la puerta de mi habitación, me adentre a está, seguí caminando hasta llegar abajo de mi cama, mire debajo de ella para encontrar mi caja dorada, la saque y la puse arriba de la cama, me levante y me quede mirando un rato el color que tenía esa caja.

Dorado, excelente color, me agrada, tiene tanta vida ese color, no se siendo honesta, me gusta demasiado. Después de mirar esa caja como total niña retrasada, decidí sentarme en la cama para que de que de esa forma, abrirla y sacar mi "uniforme", logré quitar la parte de arriba, y me dejo verlo de nuevo, la saqué, mi chaqueta de cuero, por suerte no le paso nada al cuero, sigue normal, la volteé y pude ver el grabado de atrás "Miller", siendo honesta amo demasiado este grabado.

Deje la chaqueta a un lado, fui a mi armario para sacar unos pantalones cortos de mezclilla, estos no tienen ningún grabado ni nada, solo que es cómodo y esencial para el trabajo que haré, es especial para ello y hasta cierto punto necesario, después de sacar eso dejé la caja donde estaba antes, debajo de la cama, para después quitarme la ropa que tenía puesta y ponerme está, luego de ponermela me dirigí al baño para maquillarme, bueno darme unos retoques, me puse más rimen y me puse labial del color rojo muy fuerte, después me fui a poner mis converse, son de la suerte para mi, ¿infantil? Sin duda alguna, ¿raro en mi? Efectivamente.

Salí de mi habitación para ir a la sala, me senté en un sofá para esperar a Ashley junto con los demás, miré la hora en el reloj que esta en el mueble de abajo del estéreo, este marcaba las 7:52pm, ya no tardaría en llegar, me recoste en el sofá y a los minutos se escuchó el claxon de un auto, me levanté, miré el reloj y efectivamente marcaba las 8:00pm puntuales como siempre, sin fallar y antes de salir tomé las llaves del mueble de la televisión,  salí, cerré con llave y me acerqué al auto negro que estaba estacionado enfrente de mi casa, muy buen auto por cierto.

-¡BELLA!-grita de emoción Ashley al verme, mientras corre a abrazarme.

-Ah, hola-digo haciendo una mueca, odio los abrazos ¿a caso nadie lo entiende? O mejor dicho, ¿qué parte de "Bella Miller odia los abrazos" no entenderán? Joder.

-Miller, gusto verte de nuevo preciosa-me dice Beadles golpeando puño conmigo, es el piloto.

-Hola Beadles, y digo lo mismo ¿listo para el día de hoy?- preguntó, aun que ya sé su respuesta.

-Más que listo, creo que tu también lo éstas, ya pasamos por los demás, bueno Carlos lo hizo, eres la última, ahora vamos,-me dijo para que me subiera al auto.

-De acuerdo,- dije metiéndome al auto.

El lugar no quedaba algo retirado de aquí, duramos 10 minutos de camino, llegamos al estacionamiento abandonado de siempre, gente estaba por todos lados, era difícil pasar el auto por estas personas, pero lo logramos, cuando la gente nos vio y pudo darse cuenta que eramos nosotros empezaron a aplaudir y gritar, como si fuéramos los festejados en una fiesta de cumpleaños o una celebridad de hollywood, Beadles estaciono el auto y él junto con Ashley bajaron primero, la gente gritó muy fuerte y eufórica, pero cuando baje yo enloqueció totalmente, gritando tan jodidamente fuerte que casi me quedo sorda, solo sonreí falsamente para después ignorar, ya saben lo normal en mi persona.

-Ven conmigo Miller, está por acá,-me dijo empujandome de la espalda para poder pasar por toda la gente, muchas personas me hablaban y ni siquiera las conozco, ilusas.