2. Hell

466 72 65
                                    

Hacía frío, todo mi cuerpo temblaba, desde mi mandíbula hasta mis piernas, no lograba entender el porqué de que me trajera aquí, el aire estaba muy helado, mi manta no lograba tapar todo mi cuerpo, tenía miedo, nunca la había visto de esta manera, no sabía en donde estaba.

Seguí caminando, logré encontrarla mirando el cielo, de pronto su mirada topó con la mía y logré ver su maquillaje escurrido, estaba llorando, volvió su vista al cielo nublado diciéndonos que no tardaría en llover.

El aire sopló muy fuerte, haciendo que su cabello volará, alzo sus manos y volvió su vista a mí, sonriendo se encaminó al lugar donde yo estaba, al llegar se bajo a mi estatura y me abrazo, partí en llanto, no podía hablar tenía mucho miedo, ese abrazo me tranquilizaba, sentía que me decía que todo estaría bien, me hacía sentir segura, después de tal abrazo lleno de amor, se separo de mí, me miro directo a los ojos y me dijo...

PEEEP!*.....PEEEP!*....PEEEP!*📣

Abrí mis ojos, el horrible sonido de un camión me había despertado, en cierto modo le agradecía por haberlo hecho, pues estaba teniendo el mismo sueño, dirigí mi mirada al reloj que se encontraba en mi mesita de noche, que estaba alado de mi cama, el reloj marcaba las 6:13 am, demasiado temprano, tenía tiempo de sobra para hacer todo con calma, me levanté de la cama, me acerqué a la ventana de mi habitación y abrí las cortinas, el sol chocó en mi cara, cerré mis ojos, para así sentir el calor que emitía el sol en mi piel, abrí mis ojos para mirar el patio trasero, la luz del sol hacía que el pasto y el pequeño árbol brillaran de un color verde, un color verde con mucha vida, llegué a pensar que el color de un árbol puede tener más vida que yo.

Salí de mi trance y me fui al baño a hacer mis necesidades y meterme a la ducha, duré unos 17 minutos, fui a mi closet para sacar algo de ropa, lo que encontré fue una chamarra de cuero negra, amaba esa chamarra, una blusa de tirantes negra, unos jeans azul oscuro junto con unos converse negros, terminé de ponerme mi conjunto de ropa y me dejé el cabello suelto, de pronto un ruido muy fuerte se había escuchado, era de afuera, supuse que era del camión de mudanzas, no le tomé importancia, me acerqué a un espejo que me permitía ver todo mi cuerpo, y miré mis ojos, hace mucho que no lo hacía, eran un azul muy claro, pero si los mirabas fijamente trasmitían mucha tristeza, eso lo supe por que todas las personas que se me han acercado una vez me lo han dicho, bien se dice que los ojos es la puerta de entrada a el alma de una persona, y desde mi perspectiva, tenía razón la persona que dijo eso.

Pude salir de mi pequeño trance, deduje en mi mente que este sería un día muy largo y extraño, seguía sintiéndolo en mi estomago, y cuando siento eso nunca me equívoco, muchas personas lo considerarían como un don o un sexto sentido, creo que es ridículo afirmar que existe la posibilidad de que lo sea, pero es la verdad, digo, eso de sentir que algo va a pasar y pasa, no es nada normal, es como un sueño... quien no ha tenido uno y al día siguiente o tiempo después sucede todo lo ocurrido en aquel sueño, o tal vez sea yo la única bruja que mira el futuro, pero creo que no lo soy.

Me dirigí a la parte baja de mi casa, me hice un desayuno "Huevos revueltos", los serví en un plato y me senté en el viejo comedor familiar, los recuerdos invadieron mi mente, extrañaba estar en esta casa con alguien, mi padre nunca estaba y Marie ya no venía, se preguntarán quien es Marie, bueno les contaré, Marie es mi nana, ella hacía el que hacer en la casa cuando yo era pequeña y mi padre salía de viaje, ella era como una madre para mi, hasta que se mudó a Florida, pues su hermano había enfermado y tenía que estar con él, dijo que volvería... pero nunca lo hizo y tampoco volví a saber nada de ella.

Después de terminar mi desayuno, lavé mi plato, tomé un vaso, me serví un poco de agua, tome toda y me dirigí a la biblioteca para ir por mi mochila, miré el reloj 6:43 am, perfecto tenía 7 minutos para dirigirme a la parada de autobuses que me llevaría al infierno, no tenía ganas de caminar hasta el y en cierta forma tampoco quería toparme con Melany, se que puede sonar cruel pero no lo quería, y tampoco me pregunten por qué...simplemente aprendí a vivir en soledad y quiero permanecer así, bueno eso creo.

|Restoring My Soul|Where stories live. Discover now