|Restoring My Soul|

3. Honeyed eyes

Me encontraba en el pequeño automóvil de cuatro puertas color rojo, estaba en la parte trasera, miraba el camino por la ventana, mientras escuchaba sus sollozos, quería mirarle los ojos, pero mi cinturón me lo impedía, tenía mucho sueño, volví a mirar por la ventana, estábamos en un camino de pura carretera, parecía no tener un final nunca, sin duda alguna estábamos afuera de la ciudad, miré el cielo estaba nublado, se miraba que estaba haciendo frío afuera, frote mis manos estaban heladas, me cubrí un poco más con mi mantita, ya llevábamos mucho tiempo en este camino, empecé a tener miedo, mucho miedo, tenía que preguntarle así que lo hice.

-¿A dónde nos dirigimos?- creó que mi pregunta le afecto más, pues paró de golpe el automóvil, apago el motor y voltio a mirarme.

- Todo estará bien, ¿si? -una lágrima callo por su mejilla- confía en mi cariño- dicho eso beso mi frente, encendió el auto y continúo con el largo camino...

[•••]

Desperté de golpe, mire hacia la ventana, el sol todavía no salía, volteé a mirar el reloj 5:49 am, me recosté un momento y miré el techo, se me ocurrió levantarme e ir al patio trasero, me levanté, aun teniendo la misma ropa de ayer, no me importo, tome una liga para amarrar mi cabello en una coleta, salí de mi habitación, enfrente de mi habitación se encuentra la de mi padre, observe su puerta y lo que había pasado el día anterior llego a mi mente.

Joder, no quería empezar el día llorando, algo me decía que el día de hoy iba a pasar algo, desperté con la misma sensación que ayer, no es que a mí me pasen cosas buenas, supuse que me va a pasar algo malo, como siempre, debería de prepararme hasta ese momento para caer como siempre lo hacía, no anticiparme desde este momento.

Me decidí a seguir con mi plan de ir al patio trasero, cuando abrí la puerta corrediza el aire fresco chocó en mi cara, cerré mis ojos para sentirlo un poco mejor, amaba esa sensación, me adentré un poco más, me dirigí al pequeño árbol y me subí en él.

El sol no tardaría en salir, quería apreciar ese momento, después de unos minutos el sol empezó a salir del oriente, era tan pacífico observarlo, un rayo alcanzó a dar cerca del pequeño árbol en donde me encontraba, quería sentir su calor así que acerqué mi mano, en cuestión de segundos mi mano empezó a sentir su calor, volví a estar en la misma posición que antes, mi mirada se encontraba pérdida, aquí venían de nuevo estos pensamientos...

*¿Qué haces cuando todo de lo que tienes que escapar está en tu mente?*

Esta pregunta siempre llega en mi mente cuando se que nada está bien y que nunca lo estará, desde que tengo memoria nunca he descifrado o tenido una respuesta buena al respecto, tal vez nunca la he tenido porque soy yo la afectada y mi mente no me ayuda, sinceramente no lo sé, pero lo que si se es que quiero ser feliz como lo era antes, sentí mis ojos aguadarse, maldición no quería llorar, me tallé los ojos de golpe, me bajé del árbol y fui directo a mi casa, quería que el día empezara de una vez por todas.

Subí directo a mi habitación, si no quería toparme con mi padre, tenía que irme pronto.

Miré el reloj 6:27 am, me metí a la ducha, dure como 13 minutos, al salir me coloqué lo de siempre, una blusa negra, con unos jeans del mismo color, junto con mis vans negros, este conjunto también lo combiné con mi chamarra de cuero negra, desenrede mi cabello y en este me hice 2 trenzas, me maquille un poco, volví a mirar el reloj 6:48 am, salí de mi habitación para ir directo a la cocina, tenía hambre, cuando me encontraba ya en ese lugar me cocine huevos revueltos, casi siempre desayuno eso, se preguntarán por que, bueno es muy fácil y rápido de cocinar así que allí la respuesta, me serví mi comida en un plato.