segundo halloween

1.9K 325 77
                                    

"You look so scared stiff"
segundo halloween junto a Maks.

Era sábado, los sábados siempre jugábamos a los superhéroes en tú jardín, yo era El Capitán América y tu Iron Man. Este fue el único sábado en el que no jugamos, te habías pasado todo el día preparando el disfraz para aquella noche y yo te llevaba preguntando todo el día anterior de que te ibas a disfrazar, obviamente no me dijiste de qué te disfrazarías porque querías que fuera una sorpresa.

Me seguía sin gustar Halloween y tu —tan cabezota como siempre—llevabas todo el año intentando mostrarme lo maravilloso de Halloween, una fiesta sin nada maravilloso, obviamente. Había accedido a ir este año contigo para no verme como una niña y porque a donde tú ibas yo te seguía. Éramos un dúo, no funcionábamos el uno sin el otro, así que a las siete de la tarde me encontraba con mi antiguo disfraz de Vampiro pero modificado, ahora era un Vampiro Zombie. Estuve abrazado a la pierna de mi madre hasta que te vi llegar disfrazado de Enfermero Zombie, íbamos conjuntados. Vaya.

Corrí hacia ti y te choqué los puños pero a la vuelta de la esquina —donde nadie nos veía— me abrazaste. Y aunque tuviese siete años, supe que algo iba mal. Muy mal. Y también recuerdo el presentimiento que tenía, un presentimiento de que algo horrible se avecinaba.

Nunca pude estar menos equivocado.

Asher, Asher, Asher.

– Maks, Maks, Maks. —Tus brazos dejaron de rodearme y tus ojos brillaban.

Escuché a unos niños de once años decir que a unas calles por detrás de la Iglesia hay una casa en ruinas, vamos.

– No me da buena espina Maks, además ¿y nuestras madres? Dijeron que no podíamos alejarnos Maks, se van a enfadar y nos van a quitar las golosinas.

– Ellas no se enterarán, ya verás. Confía en mí.

– La última vez que confié en ti un Halloween acabé llorando y la última vez que confíe en ti en un día normal acabé siendo perseguido por el gato del señor y la señora Norris.

– ¡Pequeños inconvenientes! Además,  soy tu mejor amigo. Los mejores amigos se apoyan, aunque puedes irte, seguro que el nieto de los Norris si quiere venir conmi...

– ¡Vale, vamos a ese sitio Maks!

– Eres el mejor Asher, te lo juro.

Mientras caminábamos nos encontrábamos a punto de llorar. Yo de tristeza y tu de felicidad. Al llegar a donde supuestamente estaba la casa te cogí de la mano lo mas fuerte posible como siempre hacía, mientras tu refunfuñabas diciendo que era muy miedica, pero aún así no me soltaste. Nunca me soltarías, ¿a qué no?

Cuanto más veíamos de la casa en ruinas más feliz estabas y obviamente yo más aterrorizado.

– Asher, los chicos decían que habían espíritus. ¡Cuando me compre la ouija con la paga podemos venir! —Yo te agarré mas fuerte de la mano
Dicen que la casa se quemó con gente dentro, que pasada. —Tu seguías hablando pero no te prestaba atención porque estaba muy preocupado en los pasos que escuchaba a nuestro al rededor.

– Maks, hay alguien aquí. Vamos a casa. —Lloriqueé.

– Dicen que si estás atento los puedes escuchar. ¡Esto es tan emocionante! —Escuché ruidos y comencé a llorar mientras tiraba de la manga de tu disfraz. Iba a hacerme pis encima del miedo si seguíamos un minuto más.

– Tengo miedo. Quiero ir a casa ya.

– ¡Se valiente Asher!

Demasiado tarde. Unos niños de once años salieron de los escombros y me asustaron. Digo me porque tu empezaste a reír. Y yo grité y salí corriendo, huyendo, como siempre. Tenía siete años, era un miedica. Y en ese momento, sentado mientras lloraba cerca de la iglesia te odié.
Odié cada parte de mi por quererte, por soportarte y confiar en ti. Te odie por ser raro y que te gustasen este tipo de cosas y por como me abrazabas en secreto. Porque a pesar de todo eras mi mejor amigo.

Hasta que llegaste y me abrazaste, entonces el odio se transformó en amor.

– Lo siento, Ashy-Ashy.

Un abrazo y unas disculpas. Qué fácil era —es— hacerme olvidar y perdonar.

Asher.

scared » gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora