Pero el camión que entregaba la tierra de hojas, había pasado el día de hoy, por lo que fue más revisar el inventario que otra cosa. Era bastante agotador, estar atentos a los clientes y seguir manteniendo un orden con tus productos, por lo que dejé la tarea de seguir ordenando, solo cuando sabía que comenzaba una hora sin clientes.

Cerca de las doce del medio día, un pequeñito de cabellos oscuros y desordenados, salió a penas de la habitación de administración. Se me apretó el corazón al ver cómo a penas podía caminar con el yeso en su pierna, pero era parte del proceso.

Me acerque hasta donde estaba, para tomarlo en brazos, Yuu se recostó aún medio dormido murmurando cosas que no pude descifrar.

— Hola pequeño ¿Dormiste bien? - le quite un par de mechones que le molestaban en sus ojitos.

El solo asintió rascándose la cabecita, sin soltar su biberón.

Llevaba un pijama amarillo con patitos, que lo hacia ver tan adorable. Abriendo un poco más sus ojos, me miró intentando entender porque estaba ahí.

— ¿Nana? Pregunto muy bajo.

¿Será nana su niñera? Me pregunté

— Nana, tuvo que viajar muy lejos, por ahora te estaré cuidando, hasta que llegue tu papá.

No preguntó más, por lo que aproveche de sentarlo y buscar la fruta picada que Yoongi me había entregado, para que se lo diera apenas despertara.

El pequeño gustoso comenzó a comerla.

— ¿Cómo está tu pierna bebé?

—  No me duele tanto... a veces si, pero papá dijo que es normal y está bien, pero, que era muy fuerte!

— ¡Claro que lo eres! Super valiente y fuerte.

— ¡Si! — Grito emocionado.

Reí quidito, quitando el plato ya vacío y entregándole un librito para colorear.

El pequeño se entretuvo con los colores, mientras aproveché de seguir organizando y atendiendo clientes que soltaban solo palabras tiernas al pequeñito.

Ya pasado unas horas cerca de las dos de la tarde, cerré la tienda y comencé a calentar el almuerzo para ambos.

— ¡Yuuhyuk a comer! Lo llamé, pero no recibí respuesta, por lo que me encamine hacia el invernadero y ahí estaba, mirando las flores.

— ¿Te gustan las flores pequeño?

— ¡Me encantan! papá me contaba lo muy especial que eran para mamá...

Sonreí, me alegraba mucho que a pesar de que la madre de Yuuhyuk ya no estaba, el siempre la tenía presente en sus pensamientos y en cada cosa que hacía.

— Tu madre debió haber sido una persona muy linda.

— Si, es muy linda. La he visto en fotos. Sus pequeños ojitos cruzaron con los míos, sonreí tierno y sacudi suavemente su cabello.

— ¿Si? Puedo imaginarla, por qué tú eres lindo.

— ¡Tú también!

Una risa se me escapó

— Gracias Yuuhyuk. Ya, vamos almorzar.

Ambos nos levantamos, tomé al pequeño sobre mis brazos y nos fuimos al mesón nuevamente. Aunque Yuu no parecía muy convencido en comerse el almuerzo.

— ¿Qué sucede Yuu?

— No me gusta...

— Pero las legumbres son buenas para ti, pequeño...

Give me Love ➳ ʸᵒᵒᶰᵐᶤᶰOn viuen les histories. Descobreix ara