*~Capitulo 2~*

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Su respiración estaba agitada, había corrido a su habitación e intentaba cerrar su puerta, del otro lado se encontraba su padre.

-¡Niña malcriada! ¿Como te atreves a faltarle el respeto a tu madre?- Empujo más la puerta y logro cerrarla y poner rapidamente el seguro.

-¡Abre ahora mismo ____!- Corrió a su cama y se escondió bajo las sabanas, ignoro los golpes y los gritos de su padre, y cerro los ojos fuertemente tratando de encontrar el sueño entre tantos problemas.

Logro ignorarlos y quedo dormida, quizás era su único momento de paz en todo el día.

*~*~*~*~*~*~*~*~*

Al día siguiente se mantenía recostada en su cama, miraba atentamente la ventana, la cortina se movía bruscamente gracias al fuerte viento que corría, desvió la vista hacia la pequeña mesa a un lado de su cama donde había una lampara con diseños de mariposas, un pequeño reloj y una caja de pañuelos.

06:37 am, era la hora que se mostraba en la pequeña pantalla del reloj, en pocos minutos se escucharía el molesto sonido de la alarma que le indicaba que tenía que levantarse e ir a la escuela.

No sabe si es peor estar en la escuela o en casa, los dos lugares eran un infierno.

A sus 10 años, momentos de la infancia donde se encontraba creciendo, años en los que necesita de una buena comida cada día, pero esto no era así, sabía que cada día de su vida comería lo mismo.

Y era cierto sobre la mesa se encontraba un pedazo de pan, y para empeorarlo, estaba duro como una piedra.

Suspiro y se acerco al perchero que se encontraba a un lado de la puerta, se puso de puntas de pie y tiro de las mangas de su abrigo y se lo puso juntos con sus guantes. Cuando recordó que le faltaba algo, algo que tan solo en pocas horas se volvió importante.

Volvió a su habitación y bajo de su almohada se encontraba el gorro color negro, el gorro de Taemin.

Cubrió su cabeza con este, tomo su mochila y salio de casa.

Sus pies se hundían en la nieve, tardo bastante en atravesar el pequeño trayecto desde la puerta hasta la vereda.

Si algo estaba claro era que en su mente no había otro pensamiento que no fuera "¿Taemin estará allí?" Luego de la escuela esperaría por el en la plaza. 

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Sus horas de estudio y de convivencia con sus compañeros pasaron lentamente, miraba a cada minuto el reloj de la pared, la maestra ya le había llamado la atención más de una vez, si seguía así de distraída le diría a su madre, no eso no debe pasar, por nada en el mundo.

Y por fin, la mañana termino, la campana resonó en cada rincón de la escuela causando un alboroto y que todos los alumnos salieran corriendo contentos, por fin era viernes.

_____ era parte de esa multitud, pero a diferencia de los demás, ella estaba feliz por ver a su amigo.

Al llegar a la plaza, agitada se recargo en sus rodillas tratando de retomar el aire.

-¡Estas aquí!- Se incorporo y busco al responsable.

Al responsable del poco brillo que empezaba a iluminar su corazón, un poco de felicidad estaba formándose, aunque sea tan solo un poco.

Cuando se poso en sus ojos se quedo en ellos unos largos segundos, luego recorrió esa curva, esa sonrisa.

Se acerco a el con la intención de devolverle aquel bonito gorro negro que la ayudo contra el frió aquel día.

-No, quédate con el- Antes de que se lo sacara Taemin se lo impidió.

-Pero..- Alejo las manos de su cabeza y sonrió- Gracias..-

-¿Que te sucedió?- Acerco su mano a su rostro y corrió un mechón de cabello que tapaba su mejilla derecha- ¿Alguien te golpeo?-

En su mejilla se podía ver un pequeño moretón.

-No, me.. me caí- Volvió a posicionar su mechón sobre su mejilla y miro hacia otro lado.

Taemin no estaba convencido de sus palabras pero prefirió no preguntar más, quería jugar con su amiga.

Sin duda se había formando una fuerte amistad, _____ pasaba menos tiempo en casa y su lugar favorito ahora era aquella plaza repleta de nieve, aquel invierno fue el más largo, el más oscuro y frió.

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-¿Donde esta?- Sentada tras el arbusto esperaba la llegada de su amigo, todos esos días desde que lo conoció nunca tardo.

Llegó a la conclusión de que, tuvo un problema y llegaría pronto.

Pero no fue así, el no llego, en el trascurro de la tarde nunca llegó.

Había roto su promesa, pero eso no terminaría allí, no dejaría de ir a la plaza, quizás, si tuvo un problema.

Pero ahora, la que si tendría un problema sería ella, su madre sabía a que hora llegaba, y la espero, ____ se había quedado más de la cuenta, no tendría una buena bienvenida..

Cansada de esperar y con el cansancio apoderándose de su cuerpo causando que sus parpados se cerraran de vez en cuando debido al peso de estos, se puso de pie y decidió volver a casa.

-Llegas tarde- A unos cuantos pasos de llegar a su casa vio a su madre en la puerta, su respiración cambió y dejo de caminar- Vamos, entra, tu padre..quiere hablar contigo-

Ahora si que estaba muerta.

*~*~*~*~*~*~*~*~*

Los días pasaron, el invierno desapareció y se llevó con el sus tardes de sonrisas y momentos perfectos, se llevo a Taemin, el causante de un poco de felicidad en su vida. 

El tiempo dejo a tras alguno que otro momento junto a el, pero nunca olvido su rostro, nunca olvido su voz y mucho menos su sonrisa que fue lo primero que se grabo en su memoria.

Algún día aprendería a formar una sonrisa como la de el en su rostro.

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¿Recuerdas aquel invierno? (Taemin y Tu)Where stories live. Discover now