Capitulo 58

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Pase mis dedos repetidas veces por el borde de mi vaso lleno de café y suspire.

––ya admítelo, estas cayendo––me sonrió abiertamente, bebiendo de su café––y te está gustando...

––¡es cierto!––alce ambas manos, aceptándolo––pero no quiero creer que sea verdad, he sufrido mucho Lucas, sería tan doloroso.

––Aunque no lo aceptes, ya le crees––rodo los ojos––aunque debo admitir, que lo está haciendo bien.

––oye...

––Por lo que me contaste, se está superando a sí mismo, supongo que debería alegrarte eso––se encogió de hombros, mirándome fijamente.

––me alegra, pero me asusta, ¿sabes?

––Lo sé, estaré para ti pase lo que pase––suspiro y puso su mano sobre la mía, dándome un leve apretón, le di una sonrisa leve y tome de mi café.

––¿Que tal vas con tu novia?––sonreí, mirándolo fijamente.

––Muy bien––alzo ambas cejas, emocionado mientras se acomodaba en la silla––deberías conocerla, le he hablado de ti.

––seria un placer, ¿como es ella?

––Tengo fotos––se mordió el labio sacando su teléfono, solté una risita y asentí, aceptando su teléfono con la foto de la chica, alce ambas cejas sorprendida, era muy hermosa y se veían muy felices.

––Tengo fotos––se mordió el labio sacando su teléfono, solté una risita y asentí, aceptando su teléfono con la foto de la chica, alce ambas cejas sorprendida, era muy hermosa y se veían muy felices

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––A Zayn le agradara esto––murmure con una sonrisa.

––oh créeme, le encantara saber que no estoy enamorado de ti como el siempre creyó––se carcajeo.

***

Había dando unas vueltas en la plaza y había comprado algo de ropa, extrañaba ver vestidos finos y hermosas chaquetas, ya que en Tennessee no se encuentran tanto de esas cosas. Deje las bolsas encima de la cama cuando llegue y me metí a la ducha, escuche como sonaba el teléfono, «debía ser Zayn».

Salí de la ducha, mojando el piso buscando mi teléfono, ¿Por qué tantas ansias por contestar? Déjalo _____, siquiera le des una explicación a eso. Deslice el dedo por la pantalla y me lleve el teléfono a la oreja.

––¿hola?

––Hola preciosa––sonreí sin poder evitarlo, sabiendo que iba a decirme algo parecido.

––¿llamabas para...?

––Invitarte a salir––uso un tono irónico, haciéndome rodar los ojos.

––que sorpresa.

––Te gustara, como las anteriores––sonrió abiertamente.

––me estaba duchando, así que, ¿a qué hora vendrás?

Fake | z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora