25. - La cruda realidad.

Start from the beginning
                                    

Lo único que hace levantarme es el saber que es Jueves y ya solo faltan dos días para el fin de semana, solo quedan un par de días y podré estar en mi cuarto en todo el fin sin que nadie me moleste.

Me pongo mi ropa de ejercicio y agarro teléfono con audífonos, salgo de casa cerrando la puerta detrás de mi.

Al principio empiezo con mi rutina normal, camino para empezar a calentar, a los 5 minutos aumento cada vez más velocidad a tal grado que me duelan los chamorros y el pecho por tanto aire frío.

Mi cuerpo me dice que pare, que me detenga a respirar pero en cambio aumento cada vez más mi velocidad. Paro en seco cuando siento el mundo tambalearse, me agarro de un poste de luz para recuperar el aliento.

Volteo hacia atrás, he corrido por lo menos 15 minutos seguidos, hago una mueca al sentir el dolor en mis piernas. Las estoy forzando demasiado, pero al menos esa sensación me hace pensar en el dolor y no en el.

Doy vuelta y regreso hacia mi casa, cuando llego me meto a bañar y me pongo un pantalón de mezclilla con una blusa cualquiera, en estos días el como me veo me viene valiendo un kilo de mierda.

Si dicen o no dicen ya no me importa, aparte de que no me entero, ya no hablo con nadie, solo a veces en el entrenamiento cuando me preguntan por varias cosas.

Es obvio que ellas también se dieron cuenta de que algo pasa pero ninguna se atreve a preguntar sobre el tema, en parte se los agradezco porque aunque me preguntarán no contestaría.

Mi teléfono empieza a vibrar, bajo la mirada al celular.

Idiota#2: ¿Como estas?
Idiota#2: ¿Sigues enojada?

Pongo los ojos en blanco y bloqueo el teléfono si contestar, no tengo ánimos ni ganas de hablar con el.

Agarro mi mochila y bajo a la cocina, mis hermanos están corriendo de un lado a otro agarrando todas sus cosas para la escuela, mi padre toma su café con pan y mi madre guarda los lonches de los pequeños.

- ¿Vas a querer lonche? - Habla mi mamá.

Niego con la cabeza - No tengo hambre gracias - intento sonreír.

- ¿Mamá Elsa sigue monstruando? - Pregunta mi hermano chiquito.

Sonrío un poco - ¿Porque piensas eso?

- Porque estas triste, ya no sonríes - me mira a los ojos - mamá dice que estas monstruando y que estas así por el dolor de estomago.

Volteo de reojo hacia ella que trata de esconder una sonrisa.

- Si, mamá tiene razon tengo dolores en el estomago muy feos - hago una mueca haciendo que el sonría.

- ¿Cuando acabes vendrá Bryan?

Mi sonrisa desaparece por completo, volteo hacia mi mamá que esta igual de paralizada por la pregunta como yo.

- Yo...el...no vendrá otra vez.

- ¿Porque no? - vuelve a preguntar, regresa su mirada a su cereal - Prometió enseñarme a jugar americano para que cuando yo esté grande pueda ser un gran jugador.

Abro la boca para decir algo pero ¿Que le puedo decir? Como le digo a un niño que no volverá a ver a ese chico, que solo jugó con mis sentimientos y que siempre fingió todo. ¿Como le explico que ese chico le rompió el corazón a su hermana? ¿Como le quito esa pequeña ilusión?

- Rubén acaba tu cereal que ya es tarde - interviene mi mamá.

Agarro un bote de agua y voy hacia la puerta para esperar a mi mamá, mentalmente maldigo a Bryan por haberle caído tan bien a mis hermanos, todo sería más fácil si el no sonriera como lo hace siempre, si no me viera con esas miradas que me dan temblores por todo el cuerpo, si no me hablará con esa ronca voz...todo sería más fácil si no fuera tan...el.

Bad Boy Good Lips💋Where stories live. Discover now