Capítulo 6

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Maratón [2/3]

"6. Momentos incómodos"


-Hace un poco de frío aquí, ¿no te parece? -digo apartándome de su lado caminando hacia la puerta- ¿HOLA? ¡¿HAY ALGUIEN QUE NOS PUEDA AYUDAR?!- mi desesperación se hace presente al comenzar a sacudir infinita cantidad de veces la maldita puerta.

-Mick... Micky...¡Mikayla!

-¡¿QUÉ?!-me volteo para mirarlo

-Detente... A esta hora no hay nadie en los clubes. Están todos en clase. Se reúnen en los recreos, horario del almuerzo o a la salida del colegio.

-¿Cómo sabes tanto sobre los clubes del instituto?

-Estoy en el de teatro -dijo agachando la mirada mientras ponía sus manos en los bolsillos y jugaba con su pie-. ¡Oye! No me cambies el tema -señaló mi humanidad con su dedo índice, luego de sacar su mano izquierda del bolsillo.

-Eh...-miro a todos lados buscando una salida para luego voltearme, nuevamente, hacia la puerta y comenzar a golpearla de nuevo- ¡QUE ALGUIEN ME SAQUE DE AQUÍ!

      Axel se acerca hasta donde estoy y me sujeta por los hombros. Inhala y exhala profundo mientras asiente dándome a entender que me tengo que calmar. Imito su acción y mientras lo hago un chirrido proveniente a mis espaldas nos hace mirar en esa dirección. El conserje nos mira con un cubo metálico de agua y un limpiador en la otra.

-¡Oh! Muchísimas gracias -le digo al buen señor que ha escuchado mis plegarias-. No sabe cuanto se lo agradezco.

      Me aferro a mi bolso y comienzo a correr en dirección a la jauría de animales esperando por saber sobre nuestra "relación". 

¿Qué clase de película es esta? 

      Llego hasta el primer baño de chicas que encuentro e ingreso en él. Abro el grifo para poder lavarme la cara. Luego tomo unas toallas de papel. Después salgo del baño y me encamino hacia la cafetería. Antes de entrar, me encuentro con Finnick y empiezo a considerar la idea de dar vuelta e irme lejos de su presencia. Pero... no todo es como en mi cabeza: él me ve y comienza a correr para llegar antes de que me vaya. Maldigo mi mala suerte. Seguro se le olvida que hay más personas en el mundo además de mí. 

-Micky, no te vayas.-dice cuando ve que estoy a punto de dar la vuelta y marcharme- ¿Podemos hablar?

-¿Qué quieres, Finnick?-le ladro. Mejor que hable ahora antes de que mi paciencia se acabe.

-Que-Quería pedirte disculpas por lo que pasó ayer...-él sabe que sé que si agacha la cabeza es porque está arrepentido. No hagas eso.

-Conmigo no es con quien te debes disculpar, Evans. Así que si me disculpas... Me tengo que ir.

      Ingreso en la cafetería por séptima u octava vez en el día, ya no sé. Me pongo en la fila para que cuando llegue mi turno pueda pedir esas deliciosas galletas con chispas y un rico chocolate caliente. Me toca y comienzo a elegir las galletas. Esta vez hay gran variedad y todas se ven exquisitas. Por lo tanto, como gorda que soy, saco dos de cada clase. Menos de las que contienen fruta. Las odio. Me acerco a la máquina que prepara las bebidas calientes -o cafetera, como prefieran decirle-, tomo una taza y sirvo el líquido seleccionado. Agarro unos cuantos sobres de azúcar y me encamino a una mesa libre. 

      Me siento con el celular en la mano, ya con la bandeja en la mesa, empiezo a degustar la comida seleccionada. Ingreso en Wattpad, mientras meto una galleta en mi boca, para después entrar en la historia que aún no termino. La mesa da una sacudida pero no lo suficientemente fuerte como para derramar mi chocolate, pero sí para que se note que alguien más se ha sentado en esta. Levanto mi mirada y me encuentro con la persona que no quería ver en este momento de tranquilidad. 

-¿Qué pasó, Axel?-le digo como si nada, esperando que haya olvidado la pregunta que me hizo hace una media hora, más o menos.

-Te estuve buscando. ¿A dónde fuiste?-enarco una ceja y le señalo la parte del instituto en la que nos encontramos. Mientras lo hago, observo que somos el centro de atención de las miradas de todos los presentes en el lugar. Axel lo nota, pero sigue hablando como si nada- Por mucho que te escapes sabes que en algún momento me tendrás que dar esa respuesta, Mikayla.- dice mientras comienza a agarrar sus cosas y se levanta- Y, ustedes-señala a los espectadores-, sería bueno que se compren una vida y se metan en sus asuntos. No somos el payaso de nadie.-vuelve a su tono de chico rudo y se retira. Ya estaba comenzando a preguntarme dónde había quedado. 

       Todos vuelven su mirada a mí y lo único que se me ocurre hacer es sacarles el dedo corazón para, luego, seguir con lo que estaba haciendo. 


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Jajaja es más cortito que el anterior y seguramente pensaban que esto iba a pasar.. Peroooo... Falta todavía el tercero. Bai 

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