Capítulo 15

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-¿Cuánto más queda?- pregunté desespareda-.

En este momento íbamos a Miami, en avión. Aproximadamente más de 12 horas. Es algo realmente abrumador, eh imaginar que al volver haremos el mismo viaje.

-Mucho, amor, sabes que es un viaje largo- dijo, acomodandose en el asiento, cerrando sus ojos para tomar una siesta-.

-¿Dormiras, me dejarás sola en todo el viaje?

Si, no estoy muy simpática que digamos.

Gruño y abrió sus ojos.

-Bueno, no lo haré- suspiró y frego sus ojos- ¿Pero que quieres que hagamos para pasar el rato?- preguntó, mirándome con su cabeza apollada al respaldo del asiento, luego sonrió pervertidamente-.

Me sonroje al saber lo que estaba pensando.

Sexo en el avión.

-No, Justin, no- negué de inmediato- No lo haremos en el avión

-¿Qué, porqué no?. Jugar a las cartas en el avión no le hace mal a nadie, _______

-¿Ju... jugar a las cartas?- pregunté avergonzada-.

Dios, soy una sucia pervertida.

-Si, ¿qué creías?- río-.

Me acerqué a él, y le susurre.

-Tener sexo en los baños del avión

Trago saliva duramente. Sonreí cómplice.

-¿Tu quieres?- pregunto jadeante, su respiración de un momento a otro se puso pesada-.

-Debemos cuidar a Jonathan, Justin- volví a susurrar-.

-¿Puedes dejar de hablarme al oído?- gruño- Estoy tan duro que te quiero sólo foll*r en este asiento- confesó con su mirada oscura-.

Mis nervios se incrementaron en mi estómago, provonando ese tan típico dolor de ansias.

-Lo siento...- dije, acomodandome en mi asiento-.

Nuestro puesto consistía en tres asientos. El primero, que estaba por el pasaje del avión, estaba Justin, yo estaba al medio y Jonathan a la ventana.

-Nuestro pequeño nunca para de dormir- comenté-.

-Eso explica el porque nunca duerme en las noches

Reí.

El silencio apareció entre nosotros. No era incómodo, pero tenía unas exigentes ganas de hablar con el, ¿para que miento?, lo último que quiero hacer es hablar.

Oh vamos, la vida se hizo para arriesgarse.

-¿Tú vas primero?- pregunté-.

-Estaba esperando que lo dijeras- sonrió y se paró de su asiento, para luego verlo desaparecer por el baño de mujeres-.

Mordi mi labio ansiosa.

Era de noche. Todos se encontraban durmiendo.

Miré al puesto de adelante, donde había una pareja de ancianos, los cuales se veían amistosos.

-Eh, ¿señora?- la llamé entre los asientos-.

Esta se giró y me regalo una sonrisa.

-¿Ocurre algo?- preguntó-.

-Si, necesito ir al baño, ¿podría echarle un vistazo a mi bebe, por favor?

-Ningún problema, es más, entregelo

Mientras Duermes; JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora