Capítulo 2

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~1 mes después~.

Ya tengo tres meses, es increíble como mi estómago crece demasiado, es algo extraño y me asusta.

-Chris, amor- lo llamé, dejó de ver televisión y puso su atención en mi- ¿No crees que mi panza esta mucho más grande?, digo, tengo tres meses y parezco de seis

-Yo te veo igual, bebe- río-.

-No estoy bromeando, Beadles, es algo serio

-Bien, lo siento- suspiró- ¿Quieres ir al doctor?- asenti- Vamos

Tomó el control de la televisión, la apagó, se levantó del sofá y fue hacia el auto. Lo seguí. Abrió la puerta de mi puesto.

-Ten cuidado, amor, tan sólo un movimiento brusco y te dolerá tu panzita- me advirtió, frunciendo su boca-.

-Gracias, lo sé- reí con algo de ternura, es muy atento-.

Me ayudó a ponerme el cinturón y luego se fue a su asiento.

Llegamos al hospital mediante juegos y unas cuantas canciones cantadas.

Pedimos una atención, unos diez minutos y me llamaron.

-Tranquila- dijo Chris-.

Le sonreí y fui a la sala donde la doctora me esperaba alegre.

-Buenos días, señorita Rivera- saludo, mientras se colocaba unos guantes transparentes-.

-Hola, doctora...- leí una pequeña tarjeta que colgaba de su delantal- ¿Williams?

Recuerdo ese apellido, ¿pero de quien?.

-Exacto- sonrió- Bien, ¿cuál es el problema, linda?- me indicó cin el dedo que me sentará en una camilla-.

Al hacerlo, hablé.

-Tengo tres meses de embarazo, pero mi panza ha crecido demasiado, más de lo que debería según mi mes- le conté nerviosa-.

-Levantese la remera- me ordenó, obviamente con un toque severo-.

Me levanté la remera. La doctora Williams sacó una crema un tanto azul y la resfrego en mi vientre. Provoco que me estremeciera al sentirla tan helada y espesa. Luego de humectarla con cierto contenido en cada lado de mi vientre, colocó una máquina que dirigía a una pantalla frente a nosotras, presentando el interior de mi vientre.

Abrí mis ojos a tope.

-¿Ese es mi vientre por dentro?- mis labios se entre abrieron de la sorpresa-.

Asintió sonriendo.

Siguió moviendo la pequeña máquina, hasta que vio un pequeño punto blanco, el cual se movía.

-Mira, hay esta- apunto en la pantalla el punto que vi- Se ve pequeño- su ceño se encontraba fruncido-.

Lo sabía, algo no está mal. Mordi mi labio inferior nerviosa.

-Oh, no le tenía el zoom- río y movió una palanca redonda en la máquina, la imagen se amplió a gran escala- Dios, si que es grande- sonrió-.

Suspire un tanto más calmada.

Dejó la máquina, imprimió la imagen de mi pequeño, no tanto, bebe, me la entregó.

-¿Está todo normal?- pregunté impaciente, no me ah dicho nada-.

-Esta todo prefecto- con una toallita limpió mi vientre- Es común que su panza esté más grande de normal- río-.

-¿Qué quiere decir?- esta señora me altera-.

Mientras Duermes; JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora