Capítulo 2

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Justin(POV):

Y, ahí la ví, tan arreglada como siempre, si hubíera sido de unos años menos, puede que haya tenido algo con ella. Pero... no venía sola, venía con una joven, creo que de unos 17 o 18 años, al menos eso puedo descifrar por la contextura de su cuerpo, pero su rostro es muy angelical, tiene unas facciones muy finas que parecen que la hayan dibujado sin imperfecciones, su rostro demostraba menos edad.

Pasando sus emocionantes años juveniles.

De la nada, su presencia me puso nervioso, ¿porqué?, no lo sé.

Soy una hombre de 21 años, no me puedo comportar así frente a una adolescente. Ella pudo provocar cosas que nunca había sentido, ¡en tan sólo minutos!

Deseo a una mujer.

Si, la deseo, se siente extraño, ¿no?. La verdad es que lo extraño aquí es que presiento y quiero que ella sea la que me quite mí virginidad.

Lo se, ¿cómo un hombre mayor como yo puede seguir virgen?. Digamos que mis padres eran muy religiosos y quieren que mí virginidad se la de a la mujer que llegué amar y pedir matrimonio. Como el buen hijo que soy, acepté su petición.

Pero ninguna mujer ha hecho que sienta esto, no he tenido una adolescencia como otros, masturbándome, teniendo sexo en cada fiesta que voy o simplemente viendo porno, yo no hago nada de eso.

Estoy comenzando a preocuparme, además unos pensamientos indecentes con ella llegaron a mí mente provocando algo incómodo en mí pene. ¿Qué me ocurre?

____(POV):

Justin no me deja de mirar, mí madre no para de hablarle y el sólo asiente con su cabeza sin quitar su mirada de mí.

Creo que mí madre se ha dado cuenta, ya que me mira y, ¿sonríe?, ¿puede que mí mamá acepte que me he enamorado de un hombre unos seis años más que yo?. Eso sería tan...tan loco.

Nuestras miradas se conectaban tan profundamente que pareciera que nos conocemos de toda la vida, cosa que solo hoy el me ha conocido, pero su mirada me transmite tanta tranquilidad pero a la vaz algo de, ¿deseo?, no lo se, y si... ¡en sú pantalon hay un bulto enorme!

En internet leí que eso se llama erección, eso se provoca cuando los hombres se excitan tanto que llegan a ese punto.

Lamí mis labios lentamente. A lo que Justin miró hacía otro lado mientras se removía incómodo en el sillón donde hace unos minutos el nos invitó a sentarnos. Trago saliva e hizo una mueca, volvió su mirada a mí, pero frució el ceño para luego mirar a todos lados y bajar su mirada a su miembro, abrió grandes sus ojos, sonrojado con una mano ocultó (si es que puede) su muy notable erección.

Yo solo miraba divertida esa escena.

¡Hasta que mí madre comentó algo que hizo que mí estomago haga un revuelco enorme!

Mientras Duermes; JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora