Capítulo 1

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____ (POV):

Okey, ____ respira, tranquila.

Mis estúpidos nervios no desparacen, algo que detesto de mí, soy muy tímida y nerviosa.

Me encuentro fuera de la gran mansión de Bieber, y oh, pero que castillo tiene.

Aún no puedo creer lo que esta ocurriendo. Nuevamente le preguntó a mí madre.

-Mamá, ¿debemos quedarnos aquí?

Ella en unos segundos responde, mirando la gran mansión.

-_____, amor, hay que hacerlo hija, el Señor Bieber pidió que nos quedaramos aquí, como una forma de...-pensó- agradecimiento por aceptar venirnos a Canada junto a el

Bufé.

-¿Pero no hubíera sido más facíl que nos diera dinero y nosotras quedarnos en algún lugar, sin gente desconocida?-pregunté con una mueca-.

-_____- me advirtió con ese tipico modo de madre-.

Nuevamente bufé.

-Muy bien, es hora- alentó mí madre, para luego suspirar y decirme: Recuerda tus clases de inglés, no desonres a la familia y bla bla bla. Siempre lo hace, dice que sí pronunció mal el inglés sera una falta de respeto hacía los canadienses, que i-m-b-e-c-i-l. ¿No?

-Sí mamá, tu sólo toca

Mí madre dejo su mirada seria para convertirse en una con emoción al observar el timbre.

¿Raro?, raro fue que el estúpido timbre sonó más fuerte que un concierto de metálica, quizas llegó a escucharse hasta la vuelta de la esquina.

Al segundo después apareció una señora, más o menos de la misma edad de mí madre. La señora nos miro detenidamente, para luego darnos una sonrisa simpática.

-Bienvenidas, por favor pasen- dió un paso atras dándonos la entrada-.

-Gracias- dijó mí madre, segundos después me dió una mirada asesina y me pegó con su codo en mí estomago, gruñí-.

-Gracias- dije "amable", la señora solo me dió una sonrisa-.

Al entrar mí boca casí cae al piso, oh Díos mío, la mansión era hermosa. Todo estaba decorado con colores blancos, cafés y un plateado muy lindo, sillones, ventanas gigantes que daban una vista hacía una piscina enorme rodeada de un césped que sí era verde, una cocina que parecía de esas famosas que mostraban en la televisión.

No pudé seguir observando el palacio, ya qué una sensual y ronca voz interrumpió mis pensamientos.

-Señora Rivera, al fin llega

Oh no.

Mientras Duermes; JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora