Capitulo 5

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Matt...

Agonía, Dolor palabras perfectas para describir todo lo que siento el día de hoy. Había destrozado pieza por pieza la habitación del hotel buscandola. No estaba.

Golpee a uno de los guardias que había contratado y posiblemente esté en urgencias. Mis hijos está con mi madre porque no tengo las fuerzas para cuidarlos yo sólo. La necesito, nunca supe cuan débil soy.

Estoy en la sala de espera del hospital mirando hacia un punto inexistente en la pared, esperando que la operación de Clara salga bien. Un tiro en su muslo. Cerré los ojos con fuerza cuando recordé verla desesperada en la puerta del hotel pidiendo ayuda, estaba sangrado.
Empecé a llorar sin pudor, valiendome una mierda como la gente pasaba a mi alrededor, le había fallado, a todos. A Clara a mis hijos Dios... A ella. Apreté  los puños, no podía imaginar que alguien la tocara o le hicieran daño, no lo permitiré. Una mano en mi hombro me atrajo de vuelta a la realidad. Una enfermera de edad avanzada me sonrio.

-¿Es Pariente de la Señora Clara Jhonson?.
-Sí.
-Ya salió de la sala de operaciones, ha salido bien todo, se quedará aquí un par de días en cuidados intensivos, está muy débil ahora, perdió mucha sangre.
-¿Puedo verla?- Pregunté poniéndome de pie.
-Sólo unos minutos, ella necesita dormir y las visitas en esa área son estrictas, pero pidió tanto verlo que no pude decirle que no. Acompañeme.

Caminamos en silencio toda la parte central del hospital, nos subimos a un ascensor hasta el tercer piso, caminamos hasta una habitación de puertas dobles. Ella estaba acostada con su pierna vendada y elevada junto a otro paciente. Me miró y estiró su brazo.
-Los dejaré solos- La enfermera se retiró sin decir más.

Me senté en la silla al lado de su camilla y tomé su mano.
-¿Como te sientes sexy?- Intenté que mi voz sonara animada para alegrarme a mi más que a ella.
-He estado mejor- Sonrio un momento pero luego su cara se oscurecio, y sus ojos se cristalizaron- Se la llevaron por mi culpa.
Negue con la cabeza y trague el nudo de mi garganta- No, yo soy el único culpable en esta situación, tú no.
-Fui una tonta al abrirles la puerta, no debí. Lo siento mucho.
-Sujete su mano más fuerte y bese la parte superior- Eso no importa, lo único que quiero son detalles, describeme a esos hombres por favor.

Ella miró un momento el techo, quizás buscando algo en su memoria, después de unos segundos suspiró.

-Entraron tres hombres pero habían muchos más en el pasillo.
-¿Recuerdas como eran esos tres hombres?
-Un poco, dos estaban cubierto de lentes de sol y gorros. Tenían traje, con corbata incluida, vestían de negro y medían cerca de dos metros, hombres gigantescos.- Admitió con una mueca de horror.
-Continúa.- La alente.
-El otro hombre era más bajo, un poco más alto que yo, blanco y con el cabello negro, tenía barba y era un poco barrigón, tenía una camisa azul.
Aprete mis dientes hasta que sentí dolor en mi mandibula. Stefano.
-¿Te dijeron algo, alguna marca en especial, cicatrizes, lunares?.
Negó lentamente.
-Lo siento no recuerdo nada más con su físico. Pero sí hable un poco con el hombre de camisa azul, me sonrio preguntándome por usted, cuando le dije que no estaba preguntó por Avalon yo les dije que iba a avisarle que estaban allí pero cuando me dirigía me dispararon y mi vista se nubló.
-Dijo que habían más hombres, ¿como pudo llamarme con ellos allá?.
- Yo me oculte en la terraza de la habitación, nunca salí de allí hasta que no se escuchó más ruido. Llame primero a los policías y luego a usted. Pero se que habían más porque escuchaba muchas voces en los pasillos.
-Clara se que no estas en condiciones pero necesito que hables de esto con la policía, que declare los hechos.- Hablé mirándola de forma ruda, en el momento me arrepentí, ella no tenía nada de culpa.
Ella acaricio mi brazo, vi sus manos blancas llenas de pecas.
-¿Quienes son, por que querían a la joven Avalon?.
-No lo se Clara, pero la encontrare.
-Estoy segura de ello.
Ambos dimos un pequeño salto cuando las puertas se abrieron revelando a dos enfermeras con un carro de comida.
-Es hora de la cena- Dijo.
-Supongo que debo irme- Besé su mano.- Saldré de la ciudad, no puedo perder tiempo, mis padres cuidaran de ti.
Me gire dándole un asentimiento de cabeza cuando pasé junto a las enfermeras pero la voz de Clara pronunciando mi nombre me detuvo frente a las puertas.
-Suerte- Dijo con una sonrisa nostalgica.

Salí con prisa del hospital y subí a mi auto, conduje sobre el limite de velocidad hasta la casa de mis padres, entre corriendo hasta la que solía ser mi habitación, saqué una maleta pequeña y comencé a meter las pocas pertenencias que aún quedaban ahí, no podía ir a mi casa puesto que estaba en clausura por algún tipo de evidencia. Mi madre entró y me abrazo llorando.
-¿Como está Clara?, ¿Has sabido algo de Avalon?
Aprete los puños, no podía seguír en esté maldito lugar sin hacer nada no tenía tiempo para hablar.
-Clara salió bien, visitala mañana. Debo irme- Dije cerrando la maleta y colocando una chaqueta sobre mis hombros.
-¿Matt a donde iras? No sabes donde está deja que esto lo haga un profesional.- Dijo negado compulsivamente entre sollozos.
La tomé de los hombros para que me mirara.
-Esto es personal mamá, yo la buscare, no importa donde, no me importa morir en el intento pero la encontraré.
-¿Y los niños?.
-Se que estarán bien contigo, por favor cuida de ellos como lo hiciste conmigo, Abby toma su leche cada cuatro horas y Adam cada tres. Odian Barney y aman las canciones de cuna.
Mi madre sonrio triste- Eres un gran hombre mi cielo- Beso mi mejilla, pero nos da miedo perderte.
-Estaré bien, tengo razones para estar vivo y luchar.- Bese su frente, tomé mi maleta y me dirigí al cuarto de mi madre, estaban ellos acurrucados durmiendo, bese sus cabezas.
-No se preocupen hijos, encontrare a su mamá.

Prometi cuidarte Avalon, Prometi que nunca te pasaría nada malo y cumplire mis promesas. Cueste lo que me cueste te encontraré mi amor, lo juro.

Te encontrare (de pensamientos de una prostituta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora