Capitulo UNO

2.9K 154 15
                                    

No mi amor, no llores más. Caminé alrededor de toda su habitación con él en mis brazos intentando o rogando a Dios que mi pequeño Adam deje de llorar, ha estado con fiebre toda la noche.
Abby duerme ajena a todo el ruido ocasionado por su hermano y Matt está en la tienda comprando medicinas.

Yo no soy experta en el cuidado de bebés, llevo veinte minutos frustrada intentando que deje de llorar y no logro nada.

La presión me está matando, nunca se había enfermado y mucho menos llorado tanto, no no.. no siento ganas de llorar, no quiero que el sienta dolor.

Me recosté sobre una silla y lo pegué a mi pecho para golper levemente su espaldita.
-Shhh amor, papi llegará pronto.

Las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Mi madre me advirtió que sería muy sentimental con mis bebés, pero no sabía que tendría tanta razón. Matt entró corriendo a la habitación sonriendo de oreja a ojera.
-Nena, ya todo estará mejor.

Tomó a Adam entre sus brazos he inmediatamente dejó de llorar, casi como magia, el siempre se calmaba cuando estaba junto a el. Quise ser yo la que buscara las medicinas pero aún siento dolor en mi zona baja por el parto.

Le dio un pequeño jarabe y lo recostó en su cuna, no sin antes cantarle la canción de todas las noches.

"Desde el viejo hospital de los muñecos, llegó el pobre pinocho mal herido, un cruel espanta pájaro bandido, lo sorprendió durmiendo y lo atacó...."

Desde el nacimiento de mis hijos todo ha sido tan agotador, aunque sin Matt no se que haría, su madre se está quedando con nosotros hasta que pueda hacerlo sola, pero la verdad no creo poder.

Han pasado ya seis meses desde y entonces Matt y yo no hemos estado solos muy menudo, estoy realmente adolorida y el está... Muy caliente.

Ambos nos miramos fugazmente cuando ya Adam se encontraba dormido, se acercó a mi lenta mente y colocó su mano detrás de mi cuello para juntarnos más.
-¿Dormimos?- Preguntó en un susurro.
Asenti y casi de inmediato corrí a nuestra habitación para lanzarme en la cama, Matt me abrazo y ambos caímos dormidos, agotados, felices y... Enamorados.

-Avalon!!!
Oí a mi suegra gritar mi nombre pero no se sí es un sueño o realidad, optare por la opcion del sueño y seguiré durmiendo.
-Cariño, tenemos que llevar a los niños al parque, necesitan aire fresco.

Abrí mis ojos de mala gana, esto me recuerda a las tantas veces que Julieth me despertaba, la extraño mucho. Está de vacaciones en Irlanda con Christian y su bebé en camino. Como quisiera que fuese ella la que me despertara con su alegre humor.

Le sonrei falsamente muero de sueño y ahora no puedo expresar sentimientos reales, fuí a meterme en la bañera. Solté un suspiro cuando mi cuerpo tocó las suaves burbujas, recuerdo cuando Matt me hizo el amor en nuestra noche de bodas, justo en una bañera, Oh matt... Un momento, ¿Donde está? Dormido conmigo seguro que no. ¿Trabajando? Por Dios es fin de semana. Lo llamaré en cuanto salga, pero no quiero salir. Mi primer momento relajante desde hace seis largos meses, me hundi aún más en el agua
apreciando este maravilloso momento, a pesar de todo he tenido una maravillosa vida, le debo tanto a Matt, quizás hoy lo sorprenda con una comida. Salí envuelta en una toalla rumbo a mi armario.
-Miren a mami- Entró la sra Clara con mis pequeños en brazos.
-Hola amores- Los cargue a ambos. Lucían un hermoso conjunto a juego de marineritos obsequiado por Christian.
-Adam ya se siente mejor, su papá lo cuidó toda la noche.

¿Pero como? El durmió conmigo. ¿Donde está?.
-¿Donde está el?-Pregunté sentandome en la cama.
-Dormido en el cuarto de los bebés.-Habló dulcemente.
-Gracias- Podría... Señalé a mis tesoritos para que se fueran con ella y así terminarme de vestir. Clara asintió llevandoselos a ambos, desde que nacieron no ha estado más que encantada con ellos. Me vesti con unos jeans y una camisa de tirantes. Unos tenis y me puse en camino a encontrar a Matt. Sonrei al verlo dormido en la silla donde los mesemos hasta dejarlos dormidos. Tenía su cabeza de lado y los pies descalzos, mi pobrecito esposo, camine hasta el, sentandome en sus piernas, comencé a darle besitos por toda su cara, ya se siente el inicio de su barba me pica en los labios. Abrió los ojos lentamente parpadeando varias veces.
-Hola- Susurró contra mi pelo apretandome contra el.
-Hola-Sonrei.
Hizo una mueca de dolor cuando intentó estirar la espalda.
-Gracias por cuidar al bebé, debes estar muy cansado- Admiti mordiendo mi labio.
-Nena, no me agradezcas, ustedes son lo que más amo y sí tengo que dormir en esta silla del dolor para verlos felices, pues así será- Besó mi frente.
-Iré con tú mamá y la sra Clara al parque con los niños ¿Vienes?.
-No no, yo quiero tomarme una ducha y quizás un café, te veré más tarde. Disfruta tú tarde de chicas.-Se levantó depositandome en el suelo.
-Oye también estará Adam el no es una chica- Me crucé de brazos.
-Lo se, el las protegerá de esos hombres que quieran ver más allá de una madre tan sexy como tú.
Besé por última vez al hombre que alegra todos mis días y colocando a mis bebés en su carriola doble nos pusimos en marcha al parque.
-Avalon, ¿Tú madre cuando vendrá?.- Preguntó la Sra Samantha comiendo una barra de granola.
-Nos visitará el mes que entra, espero.
-¿Ya veo y...Como vas en tú intimidad con Matt?- Preguntó de repente haciendo que tanto Clara como yo abrieramos al máximo los ojos.
-Emm...
-Cariño, ustedes no trajeron al mundo a dos criaturas hermosas por obra y gracia del espíritu santo, además yo sé muy bien que después de dar a luz a nosotras se nos quitan las ganas. Pero luego que pase el dolor no hay quién nos controle nuestras hormonas.

Ay Dios, no han pasado ni veinte minutos y ya quiero regresarme a mi casa, ¿Quién habla de sexo con su suegra?.
-No hemos tenido- Respondi hundiendo mi cabeza en mi cuello. ¡Que vergüenza!.
-Seguro es porque habemos muchas personas ahí, tranquila mi niña, saldré con Clara para que tengas tiempo con mi Matty.
-No es necesario, estoy muy adolorida- Amiti una vez que estaba sentada en un banco.
-La comprendo- Expresó Clara.
-Tuteeme-Respondi sonriendo.
-Está bien, Avalon.
-Clara acompañeme a ver a ese hombre que está bailando, se ve interesante. ¿Vienes Avalon?.
-No, vayan ustedes, nosotros las esperaremos aquí.

La sra Samantha prácticamente arrastro a la pobre Clara por todo el parque, estilo plaza en el que nos encontrabamos. Coloqué el coche donde traía a mis bebés frente a mi para mirarlos, dormían tranquilamente ajenos a las conversaciones eróticas que tuve con su abuela.
Adam duerme chupandose su dedo pulgar y Abby chupandose su labio inferior, para ser gemelos tienen características muy distintas, recuerdo la primera vez que Matt y yo les dimos un baño, Abby odio el agua al instante en cambio su hermano la adora, ¿Quién los entiende?. Me reí nostalgica ante mi recuerdo.
-¿Disculpe quisiera comprar una revista?- Se acercó una joven de cabello castaño con varias revistas de moda, farándula, cocina. Interrumpiendo mis momentos de mamá emotiva.
-No, muchas gracias.- Sonrei amable.
-Por favor señorita, ¿Aunque sea el periódico?. Por favooor- Alargo al máximo su suplica.
-Está bien- Respondi resignada.Le entrengue el dinero con una sonrisa y ella el diario que tenía fecha de ayer, suspire, el dinero le servirá de algo aunque sea. Lo dejé a un lado y seguí observando a mis bebés y mirar de reojo a las dos mujeres de edad avanzada que conforman mi familia divertirse con un grupo musical de salsa. Suspiré, estoy aburrida. Tomé el periódico a leer las noticia que sucedieron ¡ayer!.

En la primera página estaban eventos políticos, en México, China. Pasé la página para leer un poco de la farándula, ¡Vaya ahora Zayn de 1D se separa! Que lastima era mi favorito. Pasé la siguiente página, Sucesos, un hombre se suicida bla bla, mujer secuestrada para tener sadomasoquismo.
Empecé a temblar, siento que a mis pulmones los están apretando al máximo para estallar, me estoy mareando ¡No maldita sea! Grite haciendo que los bebés empezarán a llorar y un ciclista casi se estrellara. Tengo en mi pecho un pedazo de papel donde está claramente escrito y con letras en mayúscula que "Stefano Russo escapa de la cárcel a las 00:23 de la madrugada". Matt, mis bebés. Llevé las manos a mi boca intentando contener el aliento, me buscará lo sé. Empecé a mirar a todos lados como paranoica, lancé el periódico para intentar calmar a mis hijos, o a mi... Miré de nuevo al piso donde salía de entre alguna de las paginas una nota hecha con recortes de revistas. La tomé temblorosa y con un nudo en el estómago leí. "¿Asustada, América?".

Me levanté casi corriendo con el coche hasta donde estaban bailando esas mujeres.- Te.. Tengo que irme.- No podía articular palabra alguna.

Stefano está aquí, me está vigilando, tengo que irme.
-Cariño que ocurrió, luces horrible- Tocó mi sudada frente.
-No es nada, seguramente tomé mucho sol, nos vemos en la casa.
Casi corriendo me fui de ahí junto con la carriola, entré llorando al departamento no sin antes verificar que nadie me siguiera, acurruque a mis bebés en su cuna y me fuí a mi habitación. Matt corrió a mi lado al verme.
-Nena ¿Que ha pasado?- Preguntó alarmado, mirando mi aspecto.
No pude hablar, me dolía mi pecho, hacía mucho tiempo que no lloraba así. Le entregué el periódico junto con la nota a Matt, creí que gritaria y buscaría las maletas para huir del país en este mismo momento, pero senti que se derrumbó justo igual que yo...
-No los tendrá, ¿Me escuchas?.- Tomó mi cara entre sus manos secando mis lágrimas con sus pulgares. Tenía los ojos rojos, está a punto de llorar. Tiene miedo-El no me arrebatara mi vida ¿Ok? Ustedes tres son mi vida y no dejaré que ese maldito les haga nada, lo prometo- Me abrazó fuerte, quizás intentando calmarme pero en estos momentos nada puede hacerlo. Nadie puede calmar esta angustia de saber que un maldito me busca para vengarse de mi, de Matt o peor... Mis bebés.

Te encontrare (de pensamientos de una prostituta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora