23. Quedó la zorra

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El nico caminó hacía la izquierda y el Jaime lo siguió intentando hacer que se le pasara el enojo, después pasaron para la derecha, con el yelo y el naiko mirábamos todo haciendo apuestas.

El jaime se enoja y el nico le pide perdón.

El nico lo perdona y se comen ahí.

O lo que yo creo es que se les va a olvidar altiro.

──nico poooo. ──El Jaime se pasó la mano con la cara y se empezó a reír.

──¡Ahora te reí conchetumare! ¡Ándate a la chucha Jaime culiao!

──¿Me culiaste vo acaso?

──SÍ PO PASIVO RE CHUCHESUMARE.

──TE TIRASTE NICOLÁS.

Y se empezaron a gritar hueás fuertes pero de huebeo igual, o eso pensábamos.

Los tres suspiramos y jugamos cachipun, nos tiramos papeles, jugamos barchiverato, nos sacamos fotos, nos hueamos y ellos seguían peleando.

──Te tomai todas las hueás pal chuleteo, no, basta Jaime. ──Negó y dio un paso hacia atrás.

Uh GG.

──Yaaaajajajaajajaja nico culiáo.

──CHUPA EL PICO CULIÁO TERMINAMOS.

los tres abrimos el hocico sorprendidos.

──QUÉ WEÁ VAI A TERMINAR VO CONCHETUMARE SI LO ÚNICO QUE QUERIA DE VO ERA SACARME LA CALENTURA NEGRO CULIÁO.

──... ──El Nico lo miró con la tremenda cara de pena y se empezó a reír como loco culiáo y le pegó el medio combo en el hocico al Jaime que le dio vuelta la cara. ──Enfermo culiáo.

──Nico...

──Yelo, Cállate. ──El Naiko le dijo al Yelo con la media cara de enojao. ──llévate al Jaime antes que mate al Nico. ──Abrió la boca para protestar y el naiko lo miró super feitions.

──Ya, oh. ──Lo pasó a llevar con el hombro y tomó al Jaime del brazo que todavía estaba con la mano en la cara todo rojo y el colon hecho mierrrrrda.

──Anda a hacerle nanai al Nico, voy a llamar a la Crystal.

Fruncí el ceño.

──¿Cómo teni su número?

Chistó la lengua.

──Ahí no más, hermano.

Me guiñó un ojo y fue a llamar a la mina esa.

──Nico...

El nico se había sentado en el suelo de la sala y se había metido debajo de la mesa como un niño chico.

──No está.

──Ya po, nico.

──Eddieflin, déjame un poquito.

Y entró la Crystal con el pelo ahora azul corriendo como loca y me miró con cara de ¿Dónde está mi hijo? Y le apunté debajo de la mesa y ni siquiera espero y se metió debajo.

──Nico, bebé.

──Crys, me duele.

──Lo sé, es un maricón culiáo idiota, estafador, enfermo, aweonao. Ya, no llori, mi niño.

──Em... Yo me voy a irme ¿Ya?

Y me fui, cuando salí vi al Naiko y sonreí; me caía bien.

──Holi eddie.

──Holi Naikelito.

Y me abrazó pasando sus manos por mi cuello y dejó un beso ahí, me encantan sus besos.

──Quedó la zorra, weón. ──Susurre contra su oido y él asintió. Y se me activó el mate. ──Weón dejamos solo al Yelo con el Jaime.

──Nah, estaba con el keke y el pesho, si no me equivoco. ──Me sonrió y miró a todos lados antes de darme un besito rápido y soltarme todo sonrojado.

──Conchetumare que vergüenza.

Le sonreí super embobado y lo atraje hacia mí y le di un beso como Dios manda.

──Te quiero, Naiko.

──Aweonao culiáo.

yeta culiáo ; JainicoWhere stories live. Discover now