yeta culiáo ; Jainico

12 ¿Te gusto?

Iba al liceo en mi volá escuchando la intro de naruto cuando siento alguien agarrandome del brazo en el metro, miró para atrás y veo al Jaime, le sonrió y lo saludo con un apretón de mano, el hueón toma mi mano me tira hacia él y me abraza, me hace cariño en el pelo y yo me quedo anonadado.

Me soltó y justo llegó el metro, me subí altiro con el Jaime pisandome los talones, el culiáo quedó atrás mío y cuando el metro dio un tirón se afirmó de mi cintura, juro que estaba rojo y después veo un pelo rosado y largo y reconocí a la Crystal, la llamé y el Jaime me empezó a apretar más fuerte mientras la Crystal se acercaba.

──¡Nicooo! ──Pasó por toda la gente y me abrazó.

──Hola. ──En volá nunca había escuchado hablar al Jaime tan serio.

La Crystal le sonrió y me abrazó de nuevo y yo igual, después los tres nos fuimos hablando, más yo y ella que el Jaime.

──Qué bueno que se bajó. Me cae mal.

──Es simpática. ── Dije y me afirmé del fierro. Sentí la respiración del Jaime en mi oído.
──Pero me quiere quitar a mi nico. ──Y me abrazó pasando sus manos por mi cintura y escondió su cara en mi cuello.

──¿Yaaaaa? Pah que tan trolazo weón. ── Me reí nervioso y todas las personas nos estaban mirando con la media cara de perro. ── Jaime, nos están mirando. Sueltame.

──¿Qué weá miran? ¿Les debo algo conchetumare? ¿Queri que te meta en pico tanto que me mirai maricon conchesumare? Mira pah otro lao' culeao. ── Y empezó a putear a todos los weones y nadie le respondía, de pura cuea que justo llegamos a la estación y yo bajé casi corriendo y si, casi me caigo además que el Jaime me agarró de la mochila y casi me voy para atrás.

── Pah que tan rápido, nico. ── Lo miré y seguí caminando y me volvió a tirar de la mochila. ──¿Te gusto?

Lo miré con las medias pepas y el sonrió y me puse a pensar ¿Me gusta? O sea, me lo comí dos veces, lo encuentro mino, me gusta su forma de ser, me gustan sus ojos, su sonrisa, su pelo.

──No, no me gustai.

Y seguí caminando ahora no me paró ni me tiró de la mochila, igual quería que me siguiera insistiendo, puta que soy mina para mis weás.

Entré al liceo saludando a mis amigos que estaban con dos locos más, eran los mismos del otro día y ahora si me acuerdo de sus nombres. Alexander y Manuel los dos eran chistosos y tenían ese tipo de risa que se escucha hasta el otro lado del mundo, el bestia parecía llevarse mejor con el Alexander el cual me había dicho que lo llamara pesho y el Edgarito parecía llevarse mejor con en Manuel que igual me dijo que lo llamara por su apodo; yelo.

El naiko tenía la media cara cuando miraba al yelo que me daba risa, el culiáo pesao le cagaba todo lo que decía.

──¿Qué hacen acá culiáos? ── Todos dejaron de hablar para mirar detrás mío y sonrieron saludando al dueño de esa voz.

──¿Te molesta comunista culiáo?

¿Comunista? Ah ya caché porque QLSXLSLAKAKELXALALSK y me empecé a reír ahí mismo de lo que dijo el Bestia acompañado de los demás, hasta del mismo Jaime quien soltó unas poquitas risillas mientras caminabamos hacia el tercer piso

Y al final todos se fueron a la sala menos yo que estaba en la enfermería con hielo en mi ojo ahora morado y mi labio partido.