Sonrisa

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||Todas las cosas que tienen forma eventualmente con el tiempo decaen...sólo los sentimientos perduran||

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Se había excedido, lo sabía pero como siempre era lo último que le importaba. Siempre bebía para olvidar, para alejar los recuerdos de su mente.
Esa tarde no había sido la excepción, a pesar de que su sobrina la visitara a menudo para decomisar alguna que otra botella de Sake, ella tenía sus reservas.

Sus mejillas estaban calientes por causa del alcohol y su cuerpo apoyado en una pequeña mesa de estar. El sueño la estaba venciendo un poco, sus ojos estaban cerrados pero su mente trabajando.

No le importaba que la llamaran loca, no le importaba que su nombre como la mejor médica haya sido un lejano recuerdo, nada de eso le importaba.

Ella ya estaba muerta por dentro desde hace mucho tiempo, desde que su pequeño hermano había muerto por una enfermedad incurable. Apretó los ojos con más fuerza, los recuerdos la llenaban por completo.

Su pequeño hermano lleno de sueños, de cosas por vivir. ¿Por qué él? Siempre se preguntaba.

Se sirvió otro vaso de Sake, que le quemó la garganta. ¿Desde cuándo su vida se había vuelto tan miserable?

Sí lo sabía, fue desde aquella noche. ¿pero por qué justamente ella? Habiendo más personas en el hospital tuvo que ser ella la que atendiera a los Uchihas.
Justo esa noche había muy poco personal para atender urgencias, ella estaba a cargo de movilizar a los enfermeros de su piso.
Pero la mandaron a urgencias, a atender a una familia completa que acababa de tener un accidente. Nunca lo olvidaría.

"—Debemos llevarla a tratados intensivos..." escuchó decir a su acompañante. Ella asintió y con toda agilidad llevó a la mujer a la dichosa sala. El recorrido por primera vez le pareció interminable.

La joven mujer de alrededor de 32 años, le habló. Su cabello era largo y negro, sus ropas estaban rotas, cubiertas de su propia sangre. No tenía ninguna herida externa pero sí muchos de sus órganos habían sufrido parte del daño. Sino la atendían pronto moriría.

—¿Él murió verdad?... —Su voz era tranquila y suave a pesar de su situación.

A la doctora no le quedaba más que asentir. —Su esposo falleció

Pudo ver una pequeña sonrisa melancólica dibujando sus labios pálidos.

—¿mis hijos están bien verdad? Yo sé que están bien —No miraba hacia ningún punto fijo.

Era increíble como el amor de una madre era mucho más grande que el dolor que estaba sintiendo.

—Ambos están bien. Por favor no hable más —Giró por un pasillo

—Por favor prométame algo. Porque así no muera en este momento lo haré después... —cada vez era menor su tono de voz— por favor sálvelos

—Señora Uchiha ellos están fuera de peligro, no hable más por favor... —fue interrumpida

—No... No lo están —su voz era entre cortada— vendrán a buscarlos... Por favor mantengalos a salvo

Sus oscuros ojos se llenaron de lágrimas y la joven enfermera asintió como si la vida se le fuera en ello.

—No...no fue un accidente... —llegaron a la sala que necesitaban pero la pelinegra se negaba a ser atendida — Sasuke...Itachi...

Su voz cada vez era menos entendible, ella acercó su oído para escuchar lo último que tendría por decir. Y cómo se arrepentía... Ayudar a esa mujer y conocer su secreto la marcaría para siempre.

Un Pequeño Cambio ||SS||Место, где живут истории. Откройте их для себя