Un Pequeño Cambio ||SS||

Capítulo 1.

El comienzo de todo.

Pasamos la noche más tranquila de lo que creía; Sakura durmió en mi cama y yo en el sofá, le presté un suéter holgado para que pudiera dormir más cómoda que con el diminuto vestido que traía.

Ya había despertado desde hace una hora aproximadamente, tenía un dolor de cabeza insoportable a pesar de no haber tomado casi nada la noche anterior, pero era tan fuerte que me impedía seguir durmiendo.
Así que fui a la mini bar que había en mi habitación para tomar una botella de agua y una pastilla.

-Espero que con esto se calme.- Dije frontando mis sienes.

-¿Se siente mal Sasuke-kun? - Escuché su voz justo detrás de mí, lo que me hizo voltear y verla, mi suéter le cubría hasta la mitad de las piernas.

-Sólo es un dolor de cabeza y veo que ya despertaste. - Comenté, tratando de que la incomodidad se fuera.

-Sí,muchas gracias Sasuke-kun no sé cómo agradecerle. -Disminuyó ahora el tono de su voz.- Realmente yo no vine por dinero.

- Hmp... Sí, bueno no importa. Sólo dime cómo llegaste aquí. - Traté de sonar cortante, la situación se estaba volviendo molesta para mí.

- Bueno yo, crecí en el orfanato que está cerca de aquí, desde los tres años de edad, me dijeron que mis padres me abandonaron en aquél lugar porque no tenían dinero para mantenerme; pasaron los años y nunca me adoptaron hasta hace una semana que apareció un hombre de piel blanca y cabello largo, me llevó con él sin realizar ningún trámite o algo, de eso estoy segura.
Me dijo que estaba reclutando chicas para que su negocio prosperara, al principio estaba contenta de salir de aquél lugar, y de que pronto empezaría a trabajar. Pero, me llevó a una casa donde habían más chicas, mayores que yo. Comencé a asustarme, no era tonta y sabía perfectamente de qué lugar se trataba. Pronto me dijeron que mi primer trabajo sería ayer, en una fiesta en donde irían altos funcionarios del gobierno y personas a reventar de dinero... -Hizo una pausa- Lo demás lo sabes tú Sasuke-kun.

No sé por qué no me sorprende, ver a mi padre en negocios de trata.

-Mira Sakura, no te confíes, yo te ayudé ayer pero no soy tan bondadoso como parece así que es mejor que te andes con cuidado. -Nos interrumpió el sonido de la puerta tratando de abrirse.

-Sasuke, ¿puedo pasar? - Era Orochimaru.
Me dirigí a abrir a la puerta, él pasó y lo primero que hizo fue mirar toda mi habitación, percatándose de la presencia de Sakura.

-Vaya, qué sorpresa Sasuke, no conocía esta parte de tus gustos. -Se acercó a Sakura para tomar un mechón de su cabello rosa. -Supongo que hice bien en elegirte Sakura.

Se relamió los labios con su asquerosa lengua. -Espero que hayas complacido a Sasuke.
Sakura, sólo cerraba los ojos, asqueada.

-Bueno ya, ¿A qué veniste? -Interrumpí.

-Vine a llevarme a sakura.- Dijo mi padrastro mientras la jalaba del brazo.

-Oye, oye no te la lleves -Tomé a Sakura de su otro brazo. -Yo te diré cuando ya no requiera de sus servicios...

-Vaya, me sorprende Sasuke...nunca antes te habías encariñado con ninguna de la chicas o, ¿acaso la pasaron muy bien anoche? -Dijo Orochimaru.

-No es eso. -Dijo Sakura por fin. - Sí es eso- la contradije y ya no dejándola continuar. - como dije yo te aviso.

Él simplemente sonrió sospechosamente y salió de mi habitación, desde afuera logré escuchar que saldría del país por un determinado tiempo.
Cerré la puerta con llave después de que él saliera, me dirigí a Sakura y la tomé de los hombros.

-Entiendelo, ¿Sabes por qué te estoy ayudando? Porque no quiero que él vuelva a traerme putas. Sólo por eso, saldremos ganando los dos... Así que deja de ser una molestia.

-Perdón Sasuke-kun, no era mi intención. -Miró hacia otro lado.

- No creas que este favor es gratis Sakura... -acerqué mis labios hacia los de ella.

-¡¿eh?! - Gritó una Sakura muy sonrojada. - ¿en serio creiste que te iba a besar?- Me reí y me alejé de ella.

-Idiota. -la escuché murmurar, mientras me soltaba un puñetazo en el brazo. -Oye, esa no es forma de tratar a tu 'héroe'.

Ambos reímos por un buen rato. En serio, nunca me había sentido así, tal vez me entusiasma la idea de tener a alguien como compañía.